El martes entraría en vigencia la ordenanza que no permite el cobro de estacionamiento en la zona ribereña. Tanto los cuidacoche que allí trabajan, así como las personas con discapacidad, tendrán prioridad para anotarse y desarrollar la actividad en eventos puntuales, pero con autorización del Municipio.
Ya aprobado en el Concejo Deliberante, se espera la aplicación de la ordenanza que prohíbe la actividad de los cuidadores de autos en la zona de la costanera. La idea, que surgió por ciertos inconvenientes entre los llamados trapitos y conductores, entraría en vigencia en el corto plazo según señalaron funcionarios.
Consultado sobre esta situación, el concejal Fabián Nieves, autor de la iniciativa, adelantó a El Litoral que “seguramente se promulgará el próximo martes y comenzará la prohibición”.
Según señalaron desde el Concejo, la idea es que la ordenanza comience a aplicarse inmediatamente después de que sea publicada por el Ejecutivo Municipal, avanzando con las condiciones que establece el proyecto aprobado. De esta manera, la Comuna deberá, en primer término, señalizar la costanera General San Martín y Juan Pablo II con carteles que indiquen que la actividad de los cuidacoches no está permitida.
El tramo que comprende esta medida es sobre la avenida ribereña, desde La Rioja hasta la rotonda de la costanera Sur, es decir, en el cruce con la avenida Jorge Romero. Además, están incluidas las calles y avenidas donde no funciona el sistema de estacionamiento medido.
En los últimos años se dieron varias denuncias de conductores que fueron víctimas de extorsión o maltrato por parte de los trapitos, obligando muchas veces a un pago fijo y hasta amenazando con dañar el auto en caso de que la persona se niegue a abonar. Estas situaciones generaron reclamos que finalmente llegaron al Concejo Deliberante e impulsaron la posterior aprobación de la ordenanza.
Más allá de esto, algunos ediles mostraron su descontento en un comienzo, apuntando a la necesidad laboral de muchos de los que realizan esta tarea de manera honesta y sin generar problemas.
Regulación
Además de la prohibición, se prevé la creación de un padrón de personas que quieran desarrollar esta actividad, sólo en grandes eventos como la Fiesta del Chamamé, el Taragüi Rock u otros acontecimientos con masiva asistencia de público. Para ello, la propia Municipalidad deberá capacitar a los que se encuentren habilitados para ejercer esta actividad en ciertas situaciones puntuales.
Según expresa la ordenanza, la prioridad para integrar esta lista la tendrán los que hasta ahora realizaban la actividad que se prohibió en la zona de la costanera. Es decir, que podrán seguir trabajando esporádicamente, pero sólo en momentos y sectores específicos. Además, se priorizará a las personas con discapacidad.
De igual modo, deberán cumplir varios requisitos y presentar distintos papeles para poder ser aspirantes a cuidacoches en los diferentes eventos. Según lo previsto por la normativa, los que se anoten tendrán que ser argentinos nativos, por opción o naturalizados, ser mayores de 18 años y tener al menos dos años de residencia y domicilio legal en la ciudad. Asimismo, se establece una serie de papeles que los postulantes tiene que completar.
Los permisos que el Municipio entregue serán personales e intransferibles, por lo que la actividad podrá ser desarrollada solamente por quienes tramiten el carnet. La renovación será anual y la Comuna tendrá el poder de dejar sin efecto la licencia en cualquier momento ante casos de incumplimiento. Para evitar nuevas situaciones tensas o irregulares, en los eventos, los trapitos estarán identificados con una credencial que otorgará la Comuna. Allí, será visible su nombre, número de documento y la foto. Además, está previsto que cuenten con un chaleco especial para que puedan ser fácilmente identificados por los conductores. El cobro seguirá siendo voluntario, quedando prohibido el establecimiento de un monto fijo.
La Municipalidad será la encargada de controlar tanto el cumplimiento de la prohibición en la costanera como en el caso de los recitales y eventos masivos.
En caso de que haya irregularidades, el trabajador perderá el permiso y hasta podría actuar la Policía si se detectan casos de extorsión o violencia.
De esta manera, se espera que dentro de unos pocos días los cuidadores no puedan ejercer más esta actividad en la costanera, buscando así nuevos conflictos. De acuerdo con los argumentos que justifican la prohibición se menciona que el paseo costero capitalino representa un punto clave en materia turística y cultural, por lo que afecta no sólo a los correntinos, sino también a personas que llegan desde otro punto del país.
Justamente en esta temporada, con las playas habilitadas y miles de bañistas que acuden diariamente, las complicaciones y las quejas de los conductores se multiplican, al igual que en otras ocasiones cuando se realizan eventos en ese sector, como la Feria del Libro o recitales.
