Más de la mitad de los trabajadores de Corrientes no terminó la escolaridad básica, según datos del último Censo Nacional. Un alto porcentaje se observa en la actividad rural, la segunda con mayor ocupación en la dinámica económica de la provincia. En el caso de los universitarios, en su mayoría, empleados en las áreas de la salud y la enseñanza.
Preparar a los estudiantes para el mundo del trabajo es una de las banderas que se esgrimen en el sistema de producción vinculado a la sociedad del conocimiento. Ello también repercute en legislaciones como la Ley de Educación. Durante la firma del compromiso para su confección, en 2013, se hizo foco en esta relación. Esto requiere de un desafío donde intervienen varios factores que exceden el propio sistema escolar.
Los datos más recientes de la composición del mercado de trabajo en Corrientes y de la calificación de la fuerza laboral, se corresponden con las últimas planillas publicadas por el Indec del Censo Nacional 2010. Las estadísticas oficiales marcan que al menos el 58 por ciento de los ocupados no terminaron la escolaridad básica, es decir, si se tienen en cuenta las leyes vigentes. Así, más de 200 mil, de un total de 367 mil, no completaron la secundaria.
Unicamente si se contempla a esos 200 mil, de ese total, más de un tercio no terminó la secundaria; el 40 por ciento tiene como máximo nivel de instrucción alcanzado la primaria. Otro tercio, en tanto, no llegó a cumplimentarla. El 3,8 por ciento no fue a la escuela.
Si bien las estadísticas pueden brindar una caracterización del mercado del trabajo en relación con el nivel de instrucción alcanzado, cabe realizar algunas salvedades. Por ejemplo, el crecimiento poblacional a seis año del censo, que el operativo mide las personas ocupadas desde los 14 años en adelante, así como la implementación de programas nacionales de alfabetización y de terminalidad primaria y secundaria que engrosaron el número de personas con estudios básicos en la provincia.
Por otra parte, vale señalar que la actividad con más personas ocupadas es la rama del comercio al por mayor y al por menor (ver edición de ayer). La tercera es la administración pública y defensa. En ambas, la mayoría cuenta con un alto porcentaje de trabajadores que han culminado la secundaria.
Por el contrario, la segunda actividad con mayor número de ocupados, es la rural. Allí se observa que más del 78 por ciento no terminó la escolaridad básica.
Un alto porcentaje de ocupados que no terminaron su educación básica se observa en el sector doméstico y de uso de bienes propio. En esta rama más del 80 por ciento no cumplimentó sus estudios obligatorios por las normativas.
En el otro extremo se puede mencionar a los ocupados que terminaron sus estudios superiores. Sólo el 6 por ciento del total tiene título universitario, y prácticamente igual proporción de trabajadores culminaron una carrera terciaria.
Del total de los profesionales con títulos universitarios, la mayoría se desempeña en el área de la salud y los servicios sociales. Esto equivale al 22 por ciento de ese grupo. La segunda rama es la llamada actividades profesionales, científicas y técnicas que concentran al 17 por ciento de los ocupados que terminaron sus estudios superiores. En tercer lugar, se puede mencionar la enseñanza, que nuclea al 16 por ciento.
En el caso de los ocupados que completaron sus estudios superiores, un alto porcentaje se concentra en la rama de la enseñanza. Allí se encuentra aproximadamente el 52 por ciento de ese total.
EL LITORAL
