Las mujeres ya no están solas. Es lo primero que queda claro por segunda vez cada 3 de junio en la Argentina. A la consigna #NiUnaMenos se le sumó este año #VivasNosQueremos.
Hoy, a pesar del frío, una vez más se llenó la Plaza Congreso en defensa de los derechos de las mujeres. Todos caminarán hacia Plaza de mayo. Son las víctimas las que llevan la voz más desgarradora, pero también es la gente común la que está dispuesta a acompañar desde las entrañas este reclamo.
"Mientras no haya políticas públicas que generen que las mujeres se sientan mas defendidas, el reclamo aún esta incompleto. Hay que reforzar la protección a las víctimas", señaló Marcela Ojeda, una de las periodistas fundadoras de la consigna #Ni una menos. La pregunta que aún repiquetea es: ¿Se ha hecho lo suficiente? y la respuesta es categórica: no.
También hubo buenas noticias. La primera, la primera víctima y luego luchadora incansable por la defensa de los derechos femeninos Fabiana Tuñez es la actual presidente del Consejo Nacional de la Mujer. Pero necesita más presupuesto para que pueda hacer grandes cosas.
Hoy lanzaron el cuestionario para conocer el Primer Índice Nacional de Violencia Machista. Se trata de un cuestionario anónimo con preguntas sobre diversos tipo de violencia. Y estará disponible en el sitio niunamenos.com.ar
Y a esto se suma la campaña "Argentina cuenta la violencia machista" que apunta a que mujeres de diferentes edades, niveles socioeconómicos, respondan el cuestionario anónimo que estará disponible durante 90 días en la página niunamenos.com.ar y el subdominio contalaviolenciamachista
Karina Abregú recordó para Infobae su trágica historia y ratifica la ausencia del estado cuando la violencia ya estalló: "El 1 de enero del 2014 fui rociada con alcohol y posteriormente prendida fuego por mi ex pareja. Hice 15 denuncias previas a ese hecho, pero nunca fueron escuchadas. Nunca tuve botón antipánico, porque en Merlo no existe. Cuando llegamos al juicio, él, Gustavo Albornoz, llegó caminando. Por suerte, recibió una condena de 11 años, pero todavía no está firme".
La historia de Iara, la hija de Laura Sanabria evidencia aún más el dramatismo de la violencia de género en su peor expresión: "Mi hija Iara fue abusada desde los 11 a los 15 años por mi ex pareja, un policía de la bonaerense, Carlos Marcelo Cuello. Ella pudo hablar recién a los 17, en el 2011, cuando comenzamos con esta causa. En el año 2013, por sus contactos con la fuerza en el distrito de San Martín, logró que allí fuera juzgado.
Y consiguió lo peor para nosotros: la absolución. Este año, Casación de La Plata revocó la absolución. Y nos dio la razón, pero no tuvieron las agallas suficientes para darle una sentencia. Estamos acá porque el Estado y la Justicia revictimiza a las víctimas".