unto al barrio Mil Viviendas, el San Gerónimo se convirtió en uno de los puntos de la ciudad donde mayores construcciones en espacios públicos existen. En los últimos meses, vecinos de la calle Laplace se quejan de una megaconstrucción que avanza en los monobloks que se encuentran entre la avenida Laprida y Centenario.
El complejo habitacional del San Gerónimo tiene alrededor de 20 años. Con el paso del tiempo, muchas personas por el crecimiento poblacional o por emprendimientos comerciales comenzaron a edificar.
En los últimos cinco años se evidenció un crecimiento de obras de ampliación en este punto de Capital. La mayoría de ellas no cuenta con los permisos que exige la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes.
Una de las obras más llamativas del San Gerónimo se desarrolla sobre calle Laplace al 5.400 -casi Granville.
De acuerdo al testimonio de los vecinos, allí desde principio de año se levantan columnas y losas. Hoy la obra está en un grado avanzado y ya hay dos pisos construidos.
Ante la preocupación de los habitantes de la zona, un equipo periodístico de época se acercó hasta el lugar para constatar el estado en que se encuentra la obra.
Por temor a represalias, algunos vecinos evitaron hablar y la mayoría que lo hizo solicitó reserva de su identidad.
“Esta obra fue clausurada por la Municipalidad y además hubo orden de demolición. El caso lo lleva el Juzgado de Faltas Nº4”, informó uno de los vecinos.
Además, señaló que en el mes de abril se acercó personal de la Comuna y colocó una faja de clausura. La misma habría sido violentada por la persona que decidió realizar la ampliación de su departamento.
“Hace aproximadamente dos meses se acercó personal de la Municipalidad de Corrientes, con la orden del Juzgado de Faltas para proceder con la demolición de la obra. En esa oportunidad no estaba la propietaria del departamento y las máquinas no pudieron avanzan con el desarmado de las columnas que hoy ganan la superficie de la calle Laplace casi Granville”, comentó el vecino.
Luego de la presencia de funcionarios de la Comuna, la persona que decidió avanzar con la construcción modificó su plan de acción, ya que los obreros que allí trabajan solo se acercan los días feriados o los fines de semana.
Justamente ayer por la mañana, el reportero gráfico de época pudo recoger imágenes elocuentes de la obra. En el lugar, dos obreros se encontraban en el segundo piso levantado muros. Es allí donde se concretarán las tareas más fuertes. Tanto la planta baja como el primer piso cuentan con las columnas pero en principio no tendrán paredes.
“Estamos preocupados por el avance de esta obra. No sabemos si la misma cuenta con los controles necesarios de profesionales. Hay mucha incertidumbre ya que podría derrumbarse. Por eso pedimos que el Municipio vuelva con las máquinas y proceda a la demolición ya que está más que comprobado que es una obra ilegal”, dijo otro de los vecinos que optó por preservar su identidad.
Además de los comentarios que hicieron los habitantes de la zona, durante toda la jornada de ayer época intentó dialogar con funcionarios del área de obras particulares y del servicio jurídico. Pese a la insistencia, los funcionarios no respondieron los llamados telefónicos a dicho medio. Diario Época