De acuerdo a la encuesta, un 42% de las mujeres tuvieron un sangrado mayor a lo normal después de vacunarse, mientras que un 44% no reportaron alteraciones. Las investigadoras advierten que esto no significa que sea la tasa de la población en general. Los detalles.
Alrededor del 42% de las mujeres que participaron de una encuesta y recibieron la vacuna contra el Covid-19 dijeron haber tenido alguna alteración de su ciclo menstrual, según expone un NUEVO estudio realizado a 39.129 personas en Estados Unidos.
Los resultados del sondeo, publicados por el diario estadounidense The New York Times, revelaron que el 42% de las mujeres tuvieron un sangrado mayor a lo normal después de haber sido vacunadas contra el coronavirus, mientras que un 44% no reportaron ninguna alteración.
Las autoras del estudio, Katharine Lee, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Tulane, Nueva Orleans; y Eleanor J. Junkins, docente del Departamento de Psicología de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, aclararon que el hecho de que el 40% de esta muestra tenga esta experiencia “no significa que esa sea la tasa en el mundo".
"No podemos comparar la incidencia de diferentes experiencias aquí con la población general", señalaron las especialistas.
Las especialistas remarcaron además que los estudios sobre la interacción entre vacunas y el ciclo menstrual “son pocos y distantes entre sí” y entre los ejemplos mencionaron uno de 1913, que identificó que la vacuna contra la fiebre tifoidea estaba asociada con irregularidades menstruales, o los estudios de hepatitis B y del virus del papiloma humano que también indicaron que la menstruación podría verse alterada.
En ese sentido, las autoras comenzaron la investigación al notar que, a principios de 2021, muchas personas comenzaron a compartir que experimentaron un sangrado menstrual inesperado después de vacunarse.
Katharine Lee advirtió que no hay razones para que esto genere alarma en las mujeres: "Creo que es importante que la gente sepa que esto puede ocurrir, para que no se asuste, no se escandalice y no se quede sin provisiones”.
Qué dice el estudio sobre los efectos de la vacuna en el ciclo menstrual
El estudio se publicó en la revista científica Science Advances, y partió de una encuesta lanzada el 7 de abril de 2021 durante 12 semanas. En principio comenzó en Twitter para reclutar personas que actualmente o anteriormente menstruaron, y que habían sido vacunadas, y luego se extendió a otras redes sociales y medios de comunicación.
Las personas encuestadas tenían entre 18 y 80 años, todas las participantes estaban completamente vacunadas con Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, entre otras vacunas (al menos 14 días después de una o dos dosis requeridas, ya que esto era antes de los refuerzos) y no habían contraído Covid-19 (diagnosticado o sospechoso).
De la muestra de 39.129 personas, la encuesta mostró que el 42% de las personas con ciclos menstruales regulares sangraron más de lo normal, mientras que el 44% no reportaron cambios después de ser vacunadas, detallaron las autoras.
Además, entre las personas encuestadas que normalmente no menstrúan, también hubo quienes informaron sangrado intermenstrual después de la vacunación. Según detalla la investigación, el aumento o el sangrado intermenstrual se asoció significativamente con la edad, los efectos secundarios sistémicos de la vacuna (fiebre o fatiga), los antecedentes de embarazo o parto y el origen étnico.
Al respecto, los hallazgos centrales señalan que "un flujo menstrual más abundante era más probable para aquellas encuestadas que no eran de raza blanca, eran hispanas/latinas, eran mayores, tenían una condición reproductiva diagnosticada, usaban anticonceptivos hormonales, habían estado embarazadas en el pasado (ya sea que no habían dado a luz), o experimentaron fiebre o fatiga después de la vacunación".
Las vacunas, dijeron, "funcionan movilizando el sistema inmunitario para protegerlo de enfermedades si se produce una exposición" y esta activación inmunitaria “también puede producir una cascada de otras respuestas inflamatorias localizadas (p. ej., dolor en el lugar de la inyección) o sistémicas (p. ej., fatiga y/o fiebre)".
La encuesta, detallaron, fue "exploratoria y con métodos mixtos" destinada a capturar una amplia gama de respuestas con el objetivo de "proporcionar una descripción de las tendencias tanto para los médicos como para el público".