“Siempre ando mirando para abajo porque no puedo ver que mis alumnos vengan a la escuela con los zapatos rotos donde se les ven los dedos”, contó al diario Los Andes.
Valeria Juri es una maestra de Guaymallén, Mendoza, que da clase en la Escuela Tierra de Huarpes, donde las necesidades de los alumnos son muchas.
“Siempre ando mirando para abajo porque no puedo ver que mis alumnos vengan a la escuela con los zapatos rotos donde se les ven los dedos”, contó al diario Los Andes.
Justamente, la semana pasada, vio que Ciro, uno de sus alumnos había asistido a clases con las zapatillas rotas. Entonces, al otro día le llevó una nuevas. Lo llamó aparte y se las entregó.
El nene de 13 años se fue contento a su casa. “Ciro tuvo un gesto tan noble, que merece ser contado porque en definitiva, yo soy la maestra, pero él es el que me enseña a mí”, dijo Valeria.
Valeria relató que le cuesta el estudio, pero es muy perseverante y gracias al sacrificio obtiene buenas notas.
“Es un chico muy especial. Es 'mi Ciro'”, así lo llama dulcemente su maestra. “La semana pasada le miré el calzado y vi que vino a la escuela con las zapatillas rotas y no con las nuevas que yo le había conseguido. Entonces le pregunté por qué y me respondió que se las había dado a la madrastra porque ella las necesitaba más. A esto me refiero cuando digo que yo aprendo de él”, reflexionó Valeria.