Rocío Décima, de 21 años, perdió la vida al golpearse la cabeza con un máquina de engranajes que operaba.
Una joven de 21 años murió en una fábrica luego de que se le enganchara el pelo en un engranaje de la máquina con la que trabajaba.
El trágico hecho ocurrió en las primeras horas del lunes en una fábrica de motovehículos, ubicada en la calle Agustín Molinas al 9100, de la localidad bonaerense de Virrey del Pino, cuando a la víctima, identificada como Rocío Décima, se le enganchó el pelo en la máquina que operaba, la arrastró y se golpeo la cabeza con mucha violencia.
Rubén Alegre, dueño de la empresa, fue quien encontró el cuerpo de la joven de 21 años y llamó inmediatamente al 911 pero cuando llegó la emergencia Rocío ya había fallecido.
Por este motivo, la justicia inició una investigación bajo la carátula "averiguación de causales de muerte", que hasta el momento no tiene ni imputados ni detenidos. En este sentido, el fiscal Gastón Duplaá, titular de la UFIyJ, adelantó que buscan "tratar de entender mejor los hechos".
En las últimas horas, secuestraron la máquina que ocasionó la muerte de Rocío Décima, y el fiscal Duplaá advirtió que investigará si la empresa contaba con todos los papeles en regla y si existía un contrato de empleo con la joven fallecida.