Tania la yaguareté, -que pronto podría ser madre en el Impenetrable- seguramente no lo sabe, pero hace mucho tiempo sus ancestros debieron emigrar de la región chaqueña para esquivar la muerte, esa que los venía acechando a balazos. A eso se reducen las historias de sus antepasados: el dolor y el desarraigo, las pérdidas y los desencuentros.
Al finalizar la década de los ’80 del siglo pasado, dos cachorros de tigre criollo, fueron rescatados en Formosa y trasladados a una reserva de fauna en Córdoba. Eran nada menos que los bisabuelos de Tania. Corría el año 1989 cuando el dueño del zoo “Tatú Carreta”, se trasladó hasta Laguna Blanca para rescatar un macho y una hembra de 4 y 6 meses, que habían perdido a sus progenitores a manos de los cazadores.
Ya de grandes y en cautiverio, igual se reprodujeron. La pareja de jaguares formoseños tuvo una camada en 1994. Una hembra fue derivada a un zoológico de Tucumán, en San Pedro de Colalao. Allí, esta yaguareté se aquerencia, hasta que el ciclo de la vida la convierte en madre, dando a luz a Tobuna.
Las vueltas de la vida hicieron que Tobuna fuera trasladada poco después al bioparque de Batán, en Mar del Plata, donde en 2011 nació su hija Tania. En 2016 Tania ingresa a Corrientes al programa de reintroducción del yaguareté, en Proyecto Iberá, en Isla San Alonso.
Tania nunca tuvo una vida fácil, un accidente la privó de una de sus patas traseras cuando era pequeña. Sin embargo eso no fue un obstáculo para tratar de tener una vida normal. Cuando llegó el momento de su edad madura, la cruza con un ejemplar incorporado al proyecto desde Paraguay, le permitió convertirse en la madre de dos hermosos cachorros de yaguareté: Aramí y Mbareté.
Ellos tienen la suerte de tener una expectativa de vida mejor que la de su mamá. Nacieron en semi cautiverio y ahora están muy próximos a descubrir cómo es la vida en libertad, en los Esteros del Iberá. Sus dos crías "Cielito" y "Fuerza" en guaraní, no saben de jaulas, ni de la presencia humana y no tienen idea de lo que es un zoológico; pero si conocen lo que es el profundo amor de una madre coraje. Esa que les dio la vida y el aprendizaje para que puedan vivir en libertad.
Pero ahí no termina la cosa. Las vueltas del destino hicieron que cada paso de Tania, por el derrotero de la vida la pusieran cada vez más cerca del lugar al que pertenece por derecho propio y por su linaje: la región chaqueña. Esa que vió nacer, (pero no crecer) a sus bisabuelos. En este tiempo Tania trae escrito en su código genético una nueva misión: la de ser hembra reivindicadora de su estirpe, fecundando el camino para el regreso del yaguareté.
Después de muchos preparativos, Tania compartió hace poco su hábitat en semi cautiverio con el macho salvaje Qaramta (el que no puede ser destruido), en pleno período fértil, por lo que sería de esperar que esté preñada. Aunque para estas cosas solo el tiempo –aunque no mucho-, dará su veredicto y dirá si hay descendencia. Tania y Qaramta representan el espíritu vivo del Impenetrable chaqueño.
En estos 30 años en que transcurre esta historia, que involucra a varias generaciones de yaguareté, algunos paradigmas han cambiado en el mundo. Ya no se concibe más la idea de observar un animal salvaje en cautiverio. Ahora el ecoturismo promueve en forma amigable el avistaje de especies en su entorno natural. Un recurso abundante en el Parque Nacional El Impenetrable, que ofrece innumerables oportunidades para la conservación, el turismo de naturaleza y el desarrollo para las comunidades rurales.
También los hombres -aunque no todos-, han evolucionado. Ahora el esfuerzo mancomunado está tratando de conservar y asegurar la vida del yaguareté. Tania no lo sabe y tal vez ni le interesa, pero muchos hombres y mujeres depositan en su capacidad reproductora y en su naturaleza, la esperanza de poder contar con nuevas generaciones, que contribuyan nada menos que a revertir la desaparición de la especie. La vuelta del yaguareté devolverá el equilibrio a un ambiente que perdió a su predador natural. ¿Será este el tiempo en que Tania y Qaramta podrán tener su anhelada descendencia?
LA IMPORTANCIA DEL YAGUARETÉ EN EL CHACO
En relación a la importancia que tiene el día internacional de yaguareté, el Presidente del Instituto de Turismo Ariel Ybarra, destacó que “esta fecha nos invita a reflexionar sobre el rol que tiene la especie en el ecosistema de nuestro gran Chaco, y también en lo afortunados que somos de poder contar todavía con la presencia de algunos ejemplares”.
A renglón seguido agregó “que es importante tener presente el llamado que nos hace la naturaleza y los proyectos que hoy están en marcha para poder trabajar en pos de la restauración de la población de este monumento natural nacional y provincial, que tenemos en la provincia del Chaco”.
“A partir del proyecto que está en marcha que lo lleva adelante Parques Nacionales, la Fundación Rewilding y el Gobierno del Chaco, que naturalmente está colaborando, creo que tenemos una oportunidad única a partir de todo lo que se hizo con la identificación de Qaramta, y ahora del esfuerzo inédito que se está haciendo a nivel mundial para poder cruzar a un macho silvestre con una hembra de cautiverio”.
Ybarra remarcó que esta experiencia pionera “genera muchísimas expectativas con respecto al resultado de este proyecto de cruza, con un desafío interesante que tenemos por delante y que con gusto tomamos, que tiene que ver con la concientización sobre la importancia de esta especie, su cuidado y preservación. Nosotros concebimos el turismo como una herramienta de desarrollo sustentable, que garantiza la supervivencia de la especie y de nuestro espacio natural, que es uno de los grandes patrimonios que tenemos en el Chaco”, concluyó.
