Con goles de Salah y Mané en una ráfaga, el conjunto inglés superó por 2-0 (4-0) al alemán en Hungría, mismo resultado y goleadores que en la ida.
Con una actuación deslucida, Liverpool le ganó 2-0 a RB Leipzig en el estadio Puskás Arena, Hungría, y avanzó a los cuartos de final de la Champions League. El conjunto inglés sentenció la serie sin recibir un gol en contra, tras el 2-0 conseguido en Alemania. Mohamed Salah y Sadio Mané fueron otra vez los goleadores.
Sin Angeliño, fuera por una lesión muscular, los alemanes echaron de menos su profundidad y versatilidad en ataque y solo inquietaron el arco de Alisson Becker a ráfagas y sin demasiada intención.
Aunque fueron los primeros en asustar, cuando el brasileño tuvo que sacar un disparo desde el suelo de Dani Olmo, casi todas las ocasiones del Leipzig nacían por errores del Liverpool y no por creatividad propia. Y eso que la defensa de los 'Reds' no daba mucha seguridad, con Kabak y Nathaniel Phillips juntos en el centro.
Volvía Fabinho al medio del campo por primera vez desde octubre y al lado tendría a Thiago, quien completó una de sus mejores actuaciones desde que llegó al Liverpool. El español nutrió de un gran pase desde su campo a Mohamed Salah, quien estuvo flojo en el mano a mano, aunque no peor que Mané en el rebote, golpeando la pelota de cabeza completamente picada.
También lo tuvo de cabeza Diogo Jota, pero Gulacsi, bien colocado, sacó con los puños. Mereció el Liverpool irse ganando al descanso, pero los de Jürgen Klopp volvieron a estar negados de cara al gol y el Leipzig tuvo que salir a empujar en los segundos 45 minutos.
La ocasión de gol más clara la tuvo Alexander Sorloth, con un remate de cabeza que se estrelló en el travesaño. Sin embargo, a 20 minutos del final, Liverpool sorprendió al Leipzig y Jota sirvió la pelota para que Salah cortase hacia adentro y batiera a Gulacsi raso por el primer palo.
Con la eliminatoria sentenciada con el gol de Salah, los 'Reds' encontraron más espacios y remataron el encuentro con un centro de Divock Origi que mandó a la red Mané.
De este modo, el conjunto inglés rompe una racha de seis partidos en casa perdidos de manera consecutiva, aunque este se tuvo que jugar fuera de Anfield, en el Puskas Arena de Budapest -mismo escenario que en la ida-, debido a las restricciones en los viajes entre el Reino Unido y Alemania.
Liverpool, que tiene ya perdida la Premier League y las dos copas domésticas, se agarra a la Champions como la opción para festejar esta temporada, mientras que Leipzig, semifinalista el año pasado, se marcha a casa.