El entrenador Gabriel Revidatti realizó un balance sobre la situación de los juveniles en la entidad rojinegra. “Vamos por el camino correcto con cosas que se mejoran día a día”, señaló.
El trabajo en las divisiones formativas de básquetbol es una de las premisas que se instalaron en el Club San Martín de Corrientes. Gabriel Revidatti, que forma parte del staff de entrenadores, tiene la función de coordinar el vínculo entre las categorías menores y la llegada a la Primera División.
“La institución fue dando pasos hacia adelante y hoy tenemos una estructura de trabajo consolidada, aun susceptible de mejoras, pero que genera un contexto bueno para el desarrollo de jugadores jóvenes. A los chicos los veo bien, trabajando día a día con mucho entusiasmo, acompañados por los profes de cada una de las categorías formativas que lo hacen fenomenal”, señaló Revidatti que además es asistente técnico en la Liga Nacional.
“Sin dudas el balance es positivo, creo que el trabajo es bueno, que día a día vamos corrigiendo cosas, y que todavía quedan muchas por mejorar, pero sentimos que vamos por el camino correcto. Destacable es el esfuerzo realizado fundamentalmente por los chicos y sus entrenadores día a día por ser mejores, gracias al contexto generado por la institución para que eso ocurra y se sostenga en el tiempo”, agregó el joven entrenador.
Como parte de la preparación, la entidad Rojinegra presentó dos equipos en la tradicional Copa Palacio de primera división en la ciudad de Corrientes.
“San Martín tiene una base de jugadores muy jóvenes (el jugador más grande tiene 21 años), cosa que ya ha pasado en otras ediciones de esta misma copa y la intención es que muchos de esos chicos tengan por primera vez la oportunidad de competir contra jugadores mayores, que se adapten a ese roce y que sirva como un paso más en su proceso de crecimiento”.
La entidad ubicada sobre la calle Salta y Moreno abastece de jugadores a varios clubes.“Los chicos trabajan en condiciones bastante equitativas en el club, pero existe una cantidad de factores que determinan el futuro de los jugadores, que luego transitan distintos caminos. Cuando vemos chicos que pasaron muchas horas en el club jugando profesionalmente en otro lugar, nos llena de satisfacción y deseamos siempre que les vaya lo mejor posible”.
Por otro lado, “también es sensato destacar que muchas veces jugadores vienen de otros clubes de nuestra ciudad y terminan sus ciclos de desarrollo en el club; estimo que eso les produce una sensación bastante similar a los entrenadores y a las instituciones de origen de esos chicos. Se produce, para mí, un círculo virtuoso para el básquet de nuestra ciudad donde se empiezan a ver los resultados del mismo”.
Desde marzo del año pasado, la pandemia del coronavirus modificó la planificación de las prácticas y competencias. “La pandemia afecta a todas las actividades y el básquet no es la excepción. El 2020 fue un año en el que los chicos no estuvieron en el club, no entrenaron y no compitieron, pero es la situación que nos toca vivir, y que, poniendo en contexto, es insignificante con relación a los problemas que produjo la pandemia. Ojalá que pronto las cosas se acomoden, y que más temprano que tarde todos podamos continuar con nuestras actividades”.
Por último, Revidatti, hizo referencia a la Liga Nacional que terminó recientemente con la clasificación de San Martín a la Liga Sudamericana. “La temporada fue extraña y rara, estuvimos mucho tiempo lejos de casa, y se vivieron situaciones a las que no estamos habituados, pero en líneas generales fue un año muy bueno para todos los que formamos parte del equipo. Destacadísimo el trabajo de los juveniles, que respondieron con creces ante cada oportunidad que tuvieron; produce mucha satisfacción porque todos vimos el esfuerzo que han hecho para estar a la altura. A su vez, es remarcable la apuesta de la dirigencia por ellos, y la confianza brindada de Diego (Vadell) para que todo eso ocurra”.