Desde hace ya casi seis meses rige en Argentina la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (conocida popularmente como "Ley de Etiquetado"). Esa legislación fija que los alimentos y bebidas que se comercializan en el país deben llevar una etiqueta informativa para advertir (con octógonos negros) sobre la presencia excesiva de algún nutriente crítico como sodio, azúcares y grasas.
En los últimos días se conoció -oficialmente- que hay cada vez más productos con el rotulado exhibido en las góndolas, teniendo en cuenta que finalizado el tiempo para que las grandes compañías lo apliquen, ya comenzó la "segunda etapa" que apunta a que lo hagan las pequeñas y medianas empresas.
Sobre ello, época dialogó con la directora de Nutrición de la provincia, Luz Gómez Jensen, quien afirmó: "Ya se nota en los súper e hipermercados mayor presencia del etiquetado frontal, eso es muy positivo. A fines de noviembre, todos los sectores que producen alimentos en el país deberán cumplir con la normativa, ya sin prórrogas ni concesiones".
En ese sentido, la funcionaria provincial remarcó que "todos tenemos derecho a saber cómo están hechos los alimentos que consumimos y qué componentes tienen. Los octógonos negros advierten e informan al consumidor. Eso es un gran avance, después ya queda a consideración de cada persona adquirirlos o no".
De igual modo, este medio preguntó a Gómez Jensen si entiende que el cumplimiento de esta ley traerá aparejado cambios de fondo en la cultura alimenticia de las familias. "Espero que sí. Tengo esperanzas en que favorecerá cambios que ayudarán en la lucha contra la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades crónicas no transmisibles".
Exhibidos
Los primeros productos en contar con los sellos de advertencia fueron las gaseosas y ciertos lácteos. Actualmente, hay muchos alimentos rotulados, por ejemplo: en las góndolas locales pueden apreciarse snacks, panificados, mayonesas y aderezos, entre otros, que cuentan con los octógonos.
Cabe mencionar que la ley contempla regulaciones sobre otros componentes como los entornos escolares y la publicidad de los productos alimenticios,. Tanto es así que prohíbe las acciones publicitarias que estén dirigidas a niños y adolescentes de productos con etiquetas informativas. De este modo, queda prohibido el uso de personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades y otros elementos interactivos.
