Hace dos semanas atrás, el gobernador, Gustavo Valdés anunció la vuelta de las clases presenciales en todo el territorio correntino. La misma se dio bajo protocolo sanitario, modalidad combinada con la virtualidad, y burbujas cada 15 días.
Asimismo, la noticia sorprendió a la mayoría de los tutores, y sobre todo aquellos negocios en dependencia a la educación. Inclusive, en algunos rubros como las librerías obtuvieron un repunte en las ventas.
«Cuando inició todo estuvimos a full con los clientes», afirmó Marcos, encargado de una reconocida cadena de librería, en diálogo con El Libertador. Sostuvo que los días entre semana fue cuando más se movilizó la gente para la compra de útiles básico, con el propósito de que los chicos vuelvan equipados a las aulas. Entre los materiales más buscados se dieron los cuadernos, lápices, biromes, hojas de blocks, y las resmas de papel. «Siempre pasan por acá y compran lo que necesitan», dijo
¿LA SORPRESA?
Por otra parte, el comerciante se vio sorprendido cuando asistían papás con un «listadito» de útiles, donde indicó que «como cambian de burbuja cada tanto, por ahí les piden muchos trabajos, y les piden muchos materiales».
«Siempre se daba al comienzo, pero ahora a mediados del año nos llegaron con varias listas. La más grande es cuando comenzaban el ciclo, pero ahora son para trabajos, y con menor cantidad de unidades», aseguró.
EN FASE 3 Y VIRTUALIDAD
Durante las clases exclusivamente virtuales, que tuvieron un período de duración de casi un mes, Marcos señaló que la gente se acercó con frecuencia a los locales a pesar de la pandemia, «por suerte lo supieron llevar entre todos y pudimos controlar a las personas».