El Grupo Scout San Juan Bautista, que funciona hace 52 años en la Capital, está integrado por un total de 80 personas aproximadamente, entre chicos y grandes. Realizan campamentos anuales bridando una educación a los jóvenes a través de un sistema de valores que promueve la participación de las personas en la construcción de un mundo mejor.
En estos días, realizaron su último y más importante campamento del año en Caá Catí y buscan voluntarios ante la gran demanda de interesados en sumarse como integrantes.
VALORES A PLENO
La agrupación quiere que las personas se desarrollen plenamente y jueguen un papel constructivo en la sociedad. Así lo determinan los principios del Movimiento Scout, que a nivel mundial aplica un sistema de auto educación progresiva, complementario de la familia y de la escuela.
«Somos un grupo de jóvenes y adultos que buscan dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos», se presentan en las redes sociales.
En diálogo con este medio, la educadora Bibiana Cáceres, explicó: «Somos un movimiento que educa en valores a través del método scout y nos abocamos a la gestión solidaria, los campamentos y los juegos para los chicos». «Hacemos proyectos en un ciclo de programa de 3 meses, con actividades que eligen ellos», comentó.
La voluntaria dijo que el grupo de los niños de 11 a 14, el año pasado ayudaron en un comedor, colectando lo que necesitaban. «El día de San Juan Bautista hicimos una actividad solidaria junto a las señoras de la Liga de Madres de Familias, con ellas confeccionamos unas ropas para los chicos y ellos aprendieron cómo hacerlas».
«Lo último que hicimos y que les gustó fueron actividades educativas y de respeto por la naturaleza: aprendieron a plantar y a trabajar la tierra, cómo hacer abono, a cuidar el medio ambiente», añadió Bibiana.
Comentaron que hacen distintas actividades durante el año, como venta de pastelitos, empanadas y hasta envuelven regalos en la peatonal Junín, en el Día del Niño y las fiestas de fin de año, así recaudan los fondos que necesitan para sus campamentos.
LOS PADRES
«Los papas también son un apoyo fundamental, ellos colaboran y forman parte de nuestra comunidad. Hacen la logística y se encargan de la organización, al igual que los educadores».
La voluntaria dijo que en los campamentos realizan juegos recreativos, momentos de reflexión, los chicos cocinan, hacen deportes, un poco de turismo también en los lugares que visitan, entran a la pileta, acomodan sus espacios y aprenden a convivir con otros.
PEQUEÑOS INTERESADOS
Desde el grupo indicaron que se pueden sumar niños de los 7, hasta jóvenes de 21 años. «Los chicos pasan un par de sábados con nosotros y eligen si quieren formar parte o no», aclaró Bibiana. La formadora explicó que hay que tener en cuenta que tendrán que pasar por unos meses de formación hasta poder ir a su primer campamento, por lo que hasta octubre del 2023 tienen tiempo de anotarse.
«Hasta que no haga la «Promesa Scout» es como que no forma parte todavía en la formalidad. Cuando eso ocurre, se hace un acto especial donde prometen los chicos nuevos. Después de ese momento, están comprometidos de por vida, porque prometen ante Dios y la Patria, estar «siempre listos» para ayudar a otros y ser buenos ciudadanos».
«Siempre listos: es nuestro lema porque para esto estamos, para formar niños y jóvenes que sepan colaborar, ser buenas personas. Queremos que sean chicos de bien, elijan la profesión que elijan, llevarán ese compromiso siempre. Es una formación integral de la persona. Por eso la insignia y el pañuelo, lo podés usar o no, pero siempre acompaña a un scout. Incluso uno puede reconocer a uno en cualquier parte, porque es un movimiento mundial, todos están preparados en los mismos valores», destacó Bibiana.
Su sede se encuentra en Gobernador Gelabert (ex Brasil) 389 y es allí donde se reúnen todos los sábados, menos en diciembre y en julio, cuando hacen sus tradicionales campamentos, que «son como un regalo para los chicos después de todo lo que hacen en el año», señalaron.
Las inscripciones empiezan en marzo o abril y se paga una sola afiliación anual, ante la agrupación de Scout Argentina, institución de la cual dependen y forman parte.
«No es obligatoria la asistencia de los scouts todos los sábados, ni tampoco a todos los campamentos», aclararon, ya que por motivos económicos algunos no pueden costear todos los gastos.
SE BUSCAN «PROFES»
Actualmente la institución está buscando, como todos los años, que se sumen educadores voluntarios, en lo posible profesores de educación física. «Cualquier persona de buena voluntad que quiera participar», indicaron, con la condición que debe hacer un curso preparativo. «Una vez que obtiene la ‘insignia de madera’ pueden comenzar a trabajar con grupos asignados», indicaron.
Si no desean ser educadores, los voluntarios pueden ser colaboradores en el sector administrativo o de logística, «ya que nos vendría bien que nos ayuden con las compras y la organización de las actividades». Además, comentaron que les serviría la colaboración de personas con oficios que aporten conocimientos a los chicos, como ser corte y confección, cocina, etc.
«Los requisitos son, que sean mayores de edad y tengan ganas de trabajar con los chicos, que donen su tiempo libre», dijo una de las educadoras voluntarias.