Las llamas azotaron nuevamente a la provincia de Corrientes, en pastizales del estero Santa Lucía de Caá Catí, donde las fuertes ráfagas de viento provocaron que se expandan sin control a cientos de hectáreas.
Al respecto, informaron desde el medio Redes Sociales Caá Catí que la mayor parte del incendio fue controlado por bomberos locales, con apoyo de la Policía. Cabe destacar que, al ser una zona inhóspita, de muy difícil acceso, se hizo muy complejo el combate.
Como se informó en la edición de ayer de EL LIBERTADOR, las ráfagas de viento eran de 50 a 70 kilómetros por hora, por lo que el fuego, generado por razones todavía sin dilucidar, se desplazaron sin control, llegando a Ruta Provincial N° 5, entre General Paz y San Miguel, cuyo humo anula la visibilidad para conducir vehículos.
El trabajo de Bomberos y la Policía es de monitoreo desde tierra firme, ya que se imposibilita el ingreso a la zona interna del estero. El cuartel de Caá Catí cuenta con 16 brigadistas, que luchan contra el fuego con apoyo de los efectivos provinciales.
A través de un comunicado, el Municipio caacateño junto con Polo Cultural Km0 y la Fundación Idear expresaron su preocupación por la magnitud de los nuevos incendios que afectan a la zona, llamando al compromiso y a la conciencia de todos para evitar pasar por una catástrofe como la de los últimos dos veranos en Corrientes.
Además, en el comunicado propusieron trabajar en una Mesa de Gestión para la prevención y mitigación del fuego.
CLAMOR DEL PAPA POR EL CAMBIO CLIMÁTICO
Después del Ángelus de este domingo 23, el Papa Francisco enfatizó que diversas regiones del planeta están experimentando «olas de calor anormales e incendios devastadores» e instó a «limitar las emisiones contaminantes».
«Aquí y en muchos países se están viviendo fenómenos meteorológicos extremos: por un lado, diversas regiones están experimentando olas de calor anormales e incendios devastadores; por otro, en no pocos lugares se están produciendo chaparrones e inundaciones, como los que han azotado Corea del Sur en los últimos días: estoy cerca de los que sufren y de los que asisten a las víctimas y a los desplazados», subrayó.
El Santo Padre renovó su «llamamiento a los dirigentes de las naciones para que hagan algo más concreto para limitar las emisiones contaminantes: es un reto urgente e inaplazable, concierne a todos. ¡Protejamos nuestra casa común!».