Monseñor Adolfo Canecin, obispo de la Diócesis de Goya, acompañó a los catequistas, que de manera digital participaron del Segundo Encuentro Diocesano de Catequesis, que fue animado por el presbítero Alejandro Puigari, director del Instituto Argentino de Catequesis. El prelado animó a los catequistas a seguir con la misión, durante la misa de clausura que se transmitió desde la Parroquia San José Obrero de Goya.
“Ser catequistas es una vocación, un llamado al cual uno responde para consagrar la vida a la misión”, destaco al iniciar la homilía de la misa de clausura que fue seguido por centenares de catequistas de toda la diócesis, que siguieron la celebración por las redes sociales.
Expresó que “el amor nos torna capaces de ser creativos, audaces, superar adversidades y obstáculos”, en este tiempo de pandemia por el Covid-19.
Agradeció al presbítero Alejandro Puigari, que desde Villa Devoto, Buenos Aires, les dijo a los catequistas que “el amor, la esperanza y sabiendo que el Señor esta nos lleva a ser audaces y creativas” para llevar adelante la catequesis desde las diferentes comunidades.
“Los desafíos y adversidades son apenas una oportunidad, para expresar al Señor cuanto le amamos y cuanto les queremos” e hizo propia la expresión del padre Alejandro Puigari, “cruzarse de brazos con miedos y vivir una Iglesia hacia adentro no es lo correcto”.
En esa línea planteó,”tenemos que seguir lanzándonos a la misión, porque, el mandato misionero continúa vigente”.
“No tenemos que esperar que pase la pandemia o consecuencia de la misma para retomar las actividades, no como siempre, sino en medio de esta circunstancia o en el medio de esta tormenta furiosa tenemos que buscarle la vuelta y, allí está la virtud del catequista, de las comunidades y de una diócesis que sigue misionando y evangelizando" sostuvo.
Recomendó respetar las disposiciones sanitarias vigentes, porque “todo buen cristiano es un buen ciudadano” para “cuidarnos y cuidar a los demás” y en ese marco alentó a no detenerse buscando el modo y la manera de que la catequesis se siga contagiando”.
Destacó el anuncio del padre Alejandro Puigari, señalando que los catequistas, “necesitamos de una fuerte espiritualidad” y alentó a cumplir con un triple gesto: “de rodillas en adoración y alabanzas frente a la majestad de Dios. Sentados, en una actitud de escucha dócil y, luego de pie, para que con prontitud, al igual de la Virgen María, sin demoras nos pongamos en camino” remarcó monseñor Adolfo Canecin.
“Busquemos a cada uno de los niños, adolescentes o adultos, no abandonemos el rebaño que nos fue encomendado, si bien no es presencial, busquemos la forma para hacernos presentes en la distintas etapas de la vida” de los catecúmenos.
Al referirse al Evangelio proclamado el domingo, cuando Jesús preguntó: “Y tú, ¿quién dices que soy?”, dijo que “en el fondo en el evangelio no se trata de dar una respuesta verbal, porque esa, suele ser fácil, la respuesta tiene que ser la vida”.
Dijo que la respuesta de Simón a Jesús, muestra el “ideal hacia el cual tenemos que orientar nuestra catequesis”, para poder “mostrar y contagiar, la verdad que el Padre Dios les reveló, nosotros tenemos que tener la experiencia del encuentro, cada día, cada vez más y profundo con Jesucristo. Nunca suponer que ya lo conocemos, necesitamos el Espíritu de sabiduría y de revelación”.
El segundo Encuentro Digital Diocesano de Catequesis, organizó la Junta Diocesana cuyo director es el presbítero Juan Carlos Mendoza, y de manera virtual, comenzó a las 8 de la mañana con la animación de los jóvenes del departamento de Lavalle, luego durante una hora, desde la Ciudad de Buenos Aires, se dirigió a los catequistas el padre Alejandro Puigari, quien retomo el contacto alrededor de las 15 horas y concluyó con la celebración de la Misa.
“Si los catequistas tienen la experiencia, le va a pasar como a los apóstoles” que dijeron: “No podemos callar lo que hemos visto y oído” concluyó el obispo.-