El Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, presidio la misa en la Catedral el miércoles, y en la homilía se refirió a la aprobación del proyecto de ley de aborto en el Senado. Primero, leyó un comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina ratificando que continuará trabajando con “firmeza por el cuidado de la vida”. El prelado denunció que “legislaron para matar” señalando que los que aprobaron “diputados y senadores, son legisladores de la muerte” y son “sicarios los que después matan en el seno materno”
“Te doy gracias Señor por tu amor”, expresó el obispo, al comienzo de la predicación haciendo referencia al salmo cantado porque “todo a brotado del amor de Dios y, el Señor concretara en mi la obra que a empezado”, entonces, “que lindo es que cada uno de nosotros nos reconozcamos obra de Dios, cada ser humano y, desatemos las manos de Dios para que él no se canse de hacer su obra en cada uno de nosotros” enfatizó.
Señaló que “El Padre Dios, desde la eternidad ha tenido un proyecto, un sueño para cada ser humano y conforme a ese plan y proyecto Dios, a través del amor fecundo de un varón y de una mujer, que se aman llaman a la vida a nuevas personas. Desde el primer momento de la concepción. Desde el primer instante de la concepción, hay vida humana”.
Explico que “hay vida humana” y ese dato “esta confirmado por las ciencias médicas, por la genética” y en esa línea expresó su tristeza por esta Ley (aprobada recientemente en el senado nacional) hizo caso omiso al dato de la ciencia”.
“Legislaron matar, ese es el verdadero nombre” porque “interrupción voluntaria del embarazo es un eufemismo” -aclaro- y con esa frase quisieron “suavizar una verdad que es dramática” aseguro.
Denunció que: “Lo que han legislado esto son los legisladores de la muerte, tanto los diputados y senadores nacionales” e insistió, “son legisladores de la muerte que, luego alquilaran sicarios, para que maten en el seno materno, porque el que mata por plata y por encargo es un sicario”.
“El que realiza un aborto por plata es un sicario y ese es el nombre que les corresponde” reitero monseñor Adolfo Canecin
Remarcó que “Dios ha tenido desde la eternidad un proyecto, ha soñado desde la eternidad, por eso, ningún ser humano llega a la vida por casualidad, no es solo cosas de papa y de mama” sino que “es un ser humano, es fruto del acuerdo de Dios, con un papá y una mama”-
“Dios da la vida a cada ser humano y, así como las huellas dactilares, cada ser humano es único e irrepetible, solo Dios sabe lo que él puede aportar a través de cada ser humano que envía a este mundo” reflexiono.
Continuó señalando que “personas obsecuentes legislan que hay que matar y capaz que van a celebrar la ley de muerte” advirtió, porque “algunos celebran como un triunfo de un progreso”, entonces “yo pregunto ¿si matar es progreso? ¿Qué concepción de progreso tenemos?” interrogó.
Advirtió en otra parte de su reflexión: “después de la ley del aborto viene la eutanasia” porque “los que imponen esto van por otros y van por todo”.
“El sueño del Padre, conocía al Hijo eterno, el que nació en Navidad: Jesús. Él encarnó el proyecto del Padre Dios, vivió el proyecto y nos reveló el proyecto para cada uno, porque sólo Jesús tiene palabras que dan vida y vida eterna, solo él es la verdad que hace libre. Jesús es la verdad sobre el mundo, el hombre y la historia” enfatizó.
Más adelante el obispo citó la Constitución Pastoral “Gaudium et spes” (Gozo y Esperanza); sobre la iglesia en el mundo actual: “En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Nada extraño, pues, que todas las verdades hasta aquí expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona”.
Animo a tener la “mirada puesta sólo en Jesucristo porque él es el único que habla como quien tiene autoridad: Él es la Verdad”.
Planteo que “a veces por jugar el puesto o la profesión o el lugar que tenemos en la sociedad no nos jugamos por los valores esenciales y, en el fondo somos cómplices y conniventes”. Dijo que piensa en “los médicos, que conocen la ciencia medica y son ellos los que tienen que decir que esto es un dato científico” y también “pienso en los profesionales del derecho, son ellos los que conocen la carta magna, los derechos del niño, los pactos internacionales, el Pacto de San Jose de Costa Rica” y pregunto, “¿se juegan o no se juegan los médicos y o los profesionales del derecho?. Pareciera que esperan los obispos solamente hablemos como si fuera un tema solo religioso el tema de la vida”.-
El Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, presidio la misa en la Catedral el miércoles, y en la homilía se refirió a la aprobación del proyecto de ley de aborto en el Senado. Primero, leyó un comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina ratificando que continuará trabajando con “firmeza por el cuidado de la vida”. El prelado denunció que “legislaron para matar” señalando que los que aprobaron “diputados y senadores, son legisladores de la muerte” y son “sicarios los que después matan en el seno materno”-
“Te doy gracias Señor por tu amor”, expresó el obispo, al comienzo de la predicación haciendo referencia al salmo cantado porque “todo a brotado del amor de Dios y, el Señor concretara en mi la obra que a empezado”, entonces, “que lindo es que cada uno de nosotros nos reconozcamos obra de Dios, cada ser humano y, desatemos las manos de Dios para que él no se canse de hacer su obra en cada uno de nosotros” enfatizó.
Señaló que “El Padre Dios, desde la eternidad ha tenido un proyecto, un sueño para cada ser humano y conforme a ese plan y proyecto Dios, a través del amor fecundo de un varón y de una mujer, que se aman llaman a la vida a nuevas personas. Desde el primer momento de la concepción. Desde el primer instante de la concepción, hay vida humana”.
Explico que “hay vida humana” y ese dato “esta confirmado por las ciencias médicas, por la genética” y en esa línea expresó su tristeza por esta Ley (aprobada recientemente en el senado nacional) hizo caso omiso al dato de la ciencia”.
“Legislaron matar, ese es el verdadero nombre” porque “interrupción voluntaria del embarazo es un eufemismo” -aclaro- y con esa frase quisieron “suavizar una verdad que es dramática” aseguro.
Denunció que: “Lo que han legislado esto son los legisladores de la muerte, tanto los diputados y senadores nacionales” e insistió, “son legisladores de la muerte que, luego alquilaran sicarios, para que maten en el seno materno, porque el que mata por plata y por encargo es un sicario”.
“El que realiza un aborto por plata es un sicario y ese es el nombre que les corresponde” reitero monseñor Adolfo Canecin
Remarcó que “Dios ha tenido desde la eternidad un proyecto, ha soñado desde la eternidad, por eso, ningún ser humano llega a la vida por casualidad, no es solo cosas de papa y de mama” sino que “es un ser humano, es fruto del acuerdo de Dios, con un papá y una mama”-
“Dios da la vida a cada ser humano y, así como las huellas dactilares, cada ser humano es único e irrepetible, solo Dios sabe lo que él puede aportar a través de cada ser humano que envía a este mundo” reflexiono.
Continuó señalando que “personas obsecuentes legislan que hay que matar y capaz que van a celebrar la ley de muerte” advirtió, porque “algunos celebran como un triunfo de un progreso”, entonces “yo pregunto ¿si matar es progreso? ¿Qué concepción de progreso tenemos?” interrogó.
Advirtió en otra parte de su reflexión: “después de la ley del aborto viene la eutanasia” porque “los que imponen esto van por otros y van por todo”.
“El sueño del Padre, conocía al Hijo eterno, el que nació en Navidad: Jesús. Él encarnó el proyecto del Padre Dios, vivió el proyecto y nos reveló el proyecto para cada uno, porque sólo Jesús tiene palabras que dan vida y vida eterna, sólo él es la verdad que hace libre. Jesús es la verdad sobre el mundo, el hombre y la historia” enfatizó.
Más adelante el obispo citó la Constitución Pastoral “Gaudium et spes” (Gozo y Esperanza); sobre la iglesia en el mundo actual: “En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Nada extraño, pues, que todas las verdades hasta aquí expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona”.
Animo a tener la “mirada puesta sólo en Jesucristo porque él es el único que habla como quien tiene autoridad: Él es la Verdad”.
Planteó que “a veces por jugar el puesto o la profesión o el lugar que tenemos en la sociedad no nos jugamos por los valores esenciales y, en el fondo somos cómplices y conniventes”. Dijo que piensa en “los médicos, que conocen la ciencia médica y son ellos los que tienen que decir que esto es un dato científico” y también “pienso en los profesionales del derecho, son ellos los que conocen la carta magna, los derechos del niño, los pactos internacionales, el Pacto de San José de Costa Rica” y pregunto, “¿se juegan o no se juegan los médicos y o los profesionales del derecho?. Pareciera que esperan los obispos solamente hablemos como si fuera un tema solo religioso el tema de la vida”.-