El obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecin, acompañó a la feligresía de la ciudad de Mercedes, Corrientes en las actividades realizadas el lunes en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Junto a las autoridades municipales y representantes de otras religiones, el obispo participó de una marcha y presidió luego la Eucaristía en la parroquia Las Mercedes.
En la Plaza 25 de Mayo, a partir de las 15.30 se desarrollaron dinámicas grupales, con la animación del Grupo scout, donde se escucharon testimonios de los jóvenes recuperados y actuación de bandas musicales.
Al atardecer se realizó una multitudinaria marcha alrededor de la plaza principal y el cierre estuvo a cargo del obispo diocesano y de los pastores. A las 20, presidió la Santa Misa en la parroquia Las Mercedes, con la participación de los grupos de confirmación junto a sus familias.
Esta se llevó adelante con un masivo acompañamiento del público, con la presencia y la participación diversas instituciones como las iglesias, Cruz Roja, El grupo Scouts, Rotary Club, A.P.A.D.E.M, Bomberos Voluntarios, Clubes Deportivos Infantiles y demás Instituciones Educativas de Niveles primario y secundario.
La Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, dependiente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), reiteró la necesidad de asumir los compromisos que conlleva enfrentar los desafíos que presenta el consumo de droga e insistió en: desnaturalizar el consumo, porque la droga mata siempre, combatir la apatía, la insensibilidad y la indiferencia, porque la droga es un problema de todos; gritar y clamar con vehemencia y desesperación “¡Ni un pibe menos por la droga!”, porque la droga mata en el centro de nuestras ciudades, pero sobre todo en la periferia de nuestros barrios, donde nuestros pibes y pibas pobres están en riesgo permanente; decir NO a la despenalización de la droga porque la realidad misma nos confirma que la droga mata siempre, particularmente a los más vulnerables.
Monseñor Adolfo Canecín, obispo de la Diócesis de Goya, tuvo a su cargo una charla con los jóvenes estudiantes, donde reiteró su llamado “a toda la población mercedeña para hablar de las drogas”.
También el Pastor, Julio Soto, en representación de las Iglesias evangélicas de la ciudad, brindó un importante discurso sobre el cuidado y las consecuencias del consumo de las mismas.