Un portavoz del gobierno de Joe Biden dijo que por ahora no hay “ningún indicio” de que pertenezcan a China o tuvieran funciones de espionaje.
Estados Unidos bajó los decibeles sobre la nueva crisis con Beijing. En una sorpresiva admisión, dijo que no tiene “ningún indicio” de que los tres objetos voladores derribados en los últimos días fueran de origen chino o tuvieran funciones de espionaje.
Las autoridades estadounidenses hasta ahora “no han visto ningún indicio ni nada que apunte específicamente a la idea de que estos tres objetos formaban parte del programa de globos espía de China o estaban involucrados en esfuerzos de recopilación de inteligencia externa”, dijo a periodistas John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
El vocero dijo que los tres objetos, dos derribados sobre territorio de Estados Unidos y uno sobre Canadá, “podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos”.
Los últimos tres supuestos globos fueron derribados el viernes, sábado y domingo. El primer aparato fue derribado el 4 de febrero y Washington le atribuyó fines de vigilancia. Beijing admitió que era de su propiedad, pero afirmó que tenía funciones meteorológicas.
Estados Unidos acusa a China de lanzar un programa de espionaje global
Más allá de desligar por ahora a China de los nuevos aparatos derribados por la fuerza aérea estadounidense, Kirby reiteró que Beijing está llevando adelante un “programa deliberado y bien financiado” con globos de gran altitud y difíciles de detectar para espiar a Estados Unidos y otros países.
“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, afirmó.
El Pentágono y la Casa Blanca sostienen que conocer a ciencia cierta la naturaleza de los tres objetos voladores no identificados es difícil debido a las complejas condiciones para los equipos enviados a recuperar los restos.
Citando condiciones climáticas y geográficas “bastante duras” en los tres casos, Kirby reconoció que “podría pasar un tiempo” antes de ubicar y recuperar los restos.
”Todavía no los hemos encontrado”, dijo.