La muerte de Jimmy Carter ha brindado a Estados Unidos un breve respiro para dejar de lado las divisiones políticas que lo han consumido en los últimos años. En un gesto poco habitual en estos tiempos, todos los expresidentes vivos se unieron sin fisuras para rendir homenaje a su predecesor. En sus mensajes, destacaron sobre todo su labor como filántropo y su compromiso con causas humanitarias, dejando en un segundo plano su breve y controvertido paso por el Despacho Oval.Solo Joe Biden se desmarcó algo de los demás y utilizó la figura de Carter para marcar un contraste con su predecesor y posible rival político, Donald Trump . Preguntado por la prensa mientras disfrutaba de sus vacaciones de fin de año en las Islas Vírgenes, Biden respondió, al ser cuestionado sobre qué podría aprender Trump de Carter: «Decencia, decencia, decencia».Trump, fiel a su estilo, no se dio por aludido y escribió un mensaje en redes sociales en el que se refirió al fallecido expresidente simplemente como «Jimmy», algo que, en su lenguaje particular, significa reconocimiento. En sus propias palabras, el 45.º y 47.º presidente expresó sus condolencias sin apartarse de su tono característico.Noticia Relacionada Ha muerto a los 100 años estandar No Adiós a Jimmy Carter, el expresidente más longevo de Estados Unidos y Nobel de la Paz DAVID ALANDETE | Corresponsal en WashingtonA través de la red Truth Social, Trump expresó: «Aquellos que hemos tenido la fortuna de servir como presidentes entendemos que es un club muy exclusivo, y solo nosotros podemos comprender la enorme responsabilidad de liderar a la nación más grande de la Historia». Reconoció además que «Jimmy hizo todo lo posible por mejorar la vida de todos los estadounidenses. Por ello, todos le debemos gratitud».Este gesto es significativo para Carter, fallecido el domingo a los 100 años, ya que no es común que Trump sea magnánimo con sus rivales políticos, incluso después de su muerte. Con John McCain , por ejemplo, Trump no mostró piedad. A McCain, quien frustró en el Senado los planes de Trump para desmantelar la reforma sanitaria de Barack Obama , lo atacó sin descanso. Cuando McCain murió, Trump minimizó los homenajes afirmando que no había que exagerar su legado, y antes había dicho que ser capturado en Vietnam no lo convertía en un héroe.Ahora, Trump deberá ver cómo las banderas ondean a media asta en su toma de posesión el 20 de enero. El funeral de Estado será el 9 de enero, y habrá capilla ardiente en el Capitolio. Los planes son reunir a todos los expresidentes vivos en la Catedral Nacional: Biden, Trump, Obama, George W. Bush (el hijo) y Bill Clinton . Todos ellos, junto a Carter, asistieron al entierro de George H. W. Bush en 2018.Biden reveló recientemente que Carter le pidió que pronunciara el elogio fúnebre en su entierro, un gesto que no solo refleja la estrecha amistad de cinco décadas que compartían, sino que también le brindará al actual presidente una oportunidad para marcar un contraste con Trump, vencedor de las elecciones de noviembre. Carter no olvidaba que Biden, entonces senador, fue uno de los primeros demócratas en apoyar su candidatura en las primarias, cuando pocos apostaban por él.En muchos aspectos, las presidencias de Carter y Biden guardan similitudes: ambos fueron demócratas inicialmente centristas, de orígenes modestos, profundamente devotos en su fe y marcados por la dificultad de mantener unido a su partido en momentos de gran polarización. Al igual que Carter, Biden es presidente de un solo mandato, presionado no solo por la oposición, sino también por divisiones internas dentro de su propia formación política.Obama no era tan cercano a Carter , pero ha expresado su admiración por él, describiéndolo como «un hombre guiado por su fe y su profundo deseo de hacer el bien», y destacando su legado en la lucha contra enfermedades infecciosas en el tercer mundo y la construcción de viviendas para necesitados a través de Habitat for Humanity. Tensiones con ClintonClinton, quien compartió con Carter varias iniciativas globales, lo calificó como «un incansable defensor de la paz y la dignidad humana». Los elogios de Clinton tienen un peso particular, ya que en más de una ocasión hubo tensiones entre ambos debido al protagonismo de Carter en gestiones internacionales durante su pospresidencia.En junio de 1994, Carter viajó a Corea del Norte como enviado no oficial en medio de una grave crisis nuclear, cuando Pyongyang amenazaba con retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear. Durante su visita, Carter sostuvo conversaciones directas con el dictador Kim Il-sung , logrando un acuerdo preliminar para congelar el programa nuclear norcoreano a cambio de negociaciones. Según integrantes del equipo de Clinton, las libertades que se tomó Carter durante estas negociaciones dificultaron la obtención de otras concesiones norcoreanas, y el programa nuclear del país continuó.En el Capitolio, los tributos también fueron bipartidistas. Desde el líder demócrata hasta el jefe de los republicanos en el Senado, las declaraciones reflejaron un respeto común por la forma en que Carter dedicó su vida tras la presidencia a causas internacionales como la supervisión de elecciones en zonas de conflicto y la erradicación de enfermedades tropicales olvidadas.En general, la ciudadanía también respondió con admiración, con miles de mensajes en redes sociales recordando el carácter sencillo de Carter, y homenajes en su localidad de Plains, en Georgia. Muchos ciudadanos recordaron haberlo visto trabajando con sus propias manos en proyectos de reconstrucción tras el paso de huracanes en estados como Luisiana o caminando por su pueblo.
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