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Francia, empantanada, vota este miércoles la moción de censura contra Barnier

El Gobierno de Francia tiene entre cincuenta y cien horas muy cortas de vida. Pero el Jefe del Estado y todas las fuerzas políticas, de la extrema izquierda a la extrema derecha, pasando por el PS, los centros y las derechas tradicionales tienen opiniones enfrentadas sobre el futuro presupuestario, político e institucional.Censurado el gobierno, el viernes, a más tardar, la tarea más urgente e inmediata es intentar formar un nuevo gobierno. Esa tarea incumbe al presidente, Emmanuel Macron . Pero la clase política se ha dividido entre partidarios y adversarios de la dimisión «forzosa» del jefe del Estado.Jean-Philippe Tanguy, diputado y portavoz de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el primer partido de Francia, el partido de Marine Le Pen, pide la dimisión de Macron por estas razones: «Macron es un fracaso. Es el primer culpable del caos. Decidió la disolución. Ha perdido. Debe dimitir. Es la lógica del régimen, la V República«.Ese es el punto de vista de Marine Le Pen. Para ella, la dimisión de Macron precipitaría elecciones presidenciales anticipadas, que pudieran ayudarla a evitar la inhabilitación y posible prisión que pide para ella el Tribunal de París, acusada de graves delitos penales: «Extorsión de fondos públicos en banda organizada al Parlamento europeo».Noticia Relacionada estandar Si Dos mociones de censura contra el primer ministro hacen tambalear al Gobierno francés Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en ParísAnte el futuro político inmediato, el Nuevo Frente Popular (NFP), que agrupa a todas las izquierdas, La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el PS, el PCF y los Verdes, está profundamente dividido.Jean-Luc Mélenchon , líder de LFI, pide la dimisión de Macron, por estas razones: «Puesto que el país no dio la mayoría al partido del presidente, puesto que la Asamblea Nacional votará la censura de su gobierno, el presidente debe dimitir».Sin embargo, Olivier Faure , líder del PS, opina exactamente lo contrario: «No ha llegado el momento de pedir la dimisión de Macron. La izquierda debe defender un gobierno propio».En un tema político capital para el futuro de Francia, los socialistas y la extrema izquierda piensan exactamente lo contrario.Divisiones profundasComo miembros del mismo Nuevo Frente Popular (NFP), el PCF y los Verdes intentan «beneficiarse», avanzando, la posible formación de un gobierno de izquierdas. Lucie Castets, directora financiera de la alcaldía de París, apoyada por comunistas y ecologistas, se postula ella misma cargo de jefa de gobierno, al que ya fue candidata el verano pasado.«Si hay alguien de izquierdas mejor calificado que yo, me puedo retirar. Pero creo ser la persona que puede formar un gobierno de izquierdas», ha declarado Castets, agregando: «Me he preparado para gobernar». Pequeña «formalidad»: es necesario que Macron la acepte como candidata… hipótesis todavía lejana.Al centro y las derechas tradicionales, la dimisión o no dimisión de Macron también divide profundamente. Hervé Morin, centrista conservador, presidente de la región de Normandía, antiguo ministro de la defensa de Nicolas Sarkozy, presidente conservador, hace campaña contra Macron, por estas razones: «Él es culpable del caos en el que nos encontramos. Debe dimitir. Es la única solución». Otro centrista histórico, Renaud Musselier, presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, defiende la tesis contraria: «Votar la censura y pedir la dimisión de Macron es aceptar el caos para nuestro país».Entre las derechas tradicionales, idéntica división: Éric Ciotti, ex presidente de Los Republicanos (LR), ha decidido apoyar a Marine Le Pen. Bruno Retailleau, ex dirigente del mismo partido, y actual ministro del Interior, opina exactamente lo contrario: «Marine Le Pen tiene un comportamiento irresponsable y está jugando a la ruleta rusa con el futuro de Francia».La división política nacional sobre el futuro del jefe del Estado «solo» es un reflejo de divisiones más profundas, que Emmanuel Macron está condenado a afrontar «a la busca y captura» de los posibles miembros de un posible gobierno con el que seguir asegurando la gestión política del Estado.Al frente del primer partido de Francia, Marine Le Pen se presenta como «salvadora de la patria», con unos proyectos gubernamentales que no podrá poner en práctica. Las izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) el mayor grupo parlamentario, esperan «poder formar gobierno». Centros y derechas esperan seguir «gobernando» con Macron como presidente. Pero está por ver cuándo podrá formarse el futuro gobierno de una Francia empantanada.

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