A las cuatro de la tarde de este miércoles , la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento, votará las dos mociones de censura presentadas contra el Gobierno de centro-derecha de Michel Barnier , confirmando una crisis histórica y sin precedentes, cuando el jefe del Estado y todas las fuerzas políticas, de la extrema izquierda a la extrema derecha , pasando por el PS, los centros y las derechas tradicionales, tienen opiniones enfrentadas sobre el futuro presupuestario, político e institucional.Para derrocar al Gobierno es necesario que 288 diputados voten la censura. De entrada 325 de los 577 diputados de la AN han anunciado que votarán la moción de censura presentada por el Nuevo Frente Popular (NFP), que integra a todas las izquierdas, La Francia Insumisa (LFI), el PS, el PCF y los Verdes. Salvo imprevisto, nada probable, esa mayoría provocará la caída del Gobierno.Apoyo de Le PenOtros 140 diputados dicen estar dispuestos a votar la censura propuesta por Marine Le Pen . Minoría insuficiente. Le Pen votará la censura propuesta por las izquierdas. Pero las izquierdas no votarán la censura de la extrema derecha.Noticia Relacionada A partir de las 16.00 estandar Si Francia, empantanada, vota este miércoles la moción de censura contra Barnier Juan Pedro Quiñonero A partir de las 16 horas, la Asamblea francesa debatirá y votará las mociones de censura presentadas por la extrema izquierda y la extrema derechaConsumada la censura, previsiblemente, a media tarde de miércoles, el Gobierno cesara automáticamente, veinticuatro horas más tarde, aunque podrá seguir ejerciendo sus tareas técnicas para asegurar las funciones básicas del Estado.Como despedida de sus dos meses cortos como jefe de Gobierno, Michel Barnier declaró ayer: «Estamos en una situación muy difícil. Sobre todo en el plan presupuestario, con deudas y déficits importantes. La censura agravará todos los problemas de la nación». A última hora de la tarde, en una entrevista en TF1 y France 2, el primer ministro se mostró optimista al creer que su Gobierno sobrevivirá a la moción de censura. Además defendió el texto del presupuesto de 2025, que ha sido el foco de la rebelión política, así como la continuidad de Macron, que «representa una garantía de estabilidad».El primer ministro francés, Michel Barnier, asiste a la sesión semanal de preguntas al gobierno , en la Asamblea Nacional en París, este martes EFECensurado el gobierno, la tarea más urgente e inmediata será intentar formar un nuevo gobierno. Esa tarea incumbe al presidente, Emmanuel Macron . Antes y después de la censura, la clase política se ha dividido entre partidarios y adversarios de la dimisión \'forzosa\' del jefe del Estado.Jean-Philippe Tanguy, diputado y portavoz de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el primer partido de Francia -el partido de Marine Le Pen-, pide la dimisión de Macron por considerar que «es un fracaso. Es el primer culpable del caos. Decidió la disolución. Ha perdido. Debe dimitir. Es la lógica del régimen, la V República», subrayó.Ese es el punto de vista de Marine Le Pen. Para ella, la dimisión de Macron precipitaría elecciones presidenciales anticipadas, que pudieran ayudarla a evitar la inhabilitación y posible prisión que pide para ella el Tribunal de París, acusada de graves delitos penales, como extorsión de fondos públicos en banda organizada al Parlamento europeo.Ante el futuro político inmediato, el Nuevo Frente Popular (NFP), que agrupa a todas las izquierdas -La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el PS, el PCF y los Verdes-, está profundamente dividido. Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, pide la dimisión de Macron, por estas razones: «Puesto que el país no dio la mayoría al partido del presidente, puesto que la Asamblea Nacional vota la censura de su Gobierno, el presidente debe dimitir».Marine Le Pen asiste a la sesión semanal de preguntas al gobierno , en la Asamblea Nacional en París EFESin embargo, Olivier Faure, líder del PS, opina exactamente lo contrario: «No ha llegado el momento de pedir la dimisión de Macron. La izquierda debe defender un gobierno propio». En un tema político capital para el futuro de Francia, los socialistas y la extrema izquierda piensan exactamente lo contrario. Como miembros del mismo Nuevo Frente Popular (NFP), el PCF y los Verdes intentan «beneficiarse», avanzando, la posible formación de un gobierno de izquierdas. Lucie Castets, directora financiera de la alcaldía de París, apoyada por comunistas y ecologistas, se postula ella misma al cargo de jefa de gobierno, al que ya fue candidata el verano pasado. «Si hay alguien de izquierdas mejor calificado que yo, me puedo retirar. Pero creo ser la persona que puede formar un gobierno de izquierdas», ha declarado Castets, agregando: «Me he preparado para gobernar». Pero hay una queña formalidad: es necesario que Macron la acepte como candidata…, hipótesis todavía lejana.Futuro de MacronLa dimisión o no dimisión de Macron también divide profundamente al centro y las derechas tradicionales. Hervé Morin, centrista conservador, presidente de la región de Normandía, antiguo ministro de Defensa del presidente conservador Nicolas Sarkozy, también hace campaña contra Macron: «Él es culpable del caos en el que nos encontramos. Debe dimitir. Es la única solución». Sin embargo, otro centrista histórico, Renaud Musselier, presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, defiende la tesis contraria: «Votar la censura y pedir la dimisión de Macron es aceptar el caos para nuestro país».Entre las derechas tradicionales la división es idéntica: Éric Ciotti, expresidente de Los Republicanos (LR), ha decidido apoyar a Marine Le Pen; Bruno Retailleau, exdirigente del mismo partido, y actual ministro del Interior, opina exactamente lo contrario: «Marine Le Pen tiene un comportamiento irresponsable y está jugando a la ruleta rusa con el futuro de Francia».La división política nacional sobre el futuro del jefe del Estado solo es un reflejo de divisiones más profundas, que Emmanuel Macron está condenado a afrontar «a la busca y captura» de los posibles miembros de un futuro gobierno con el que seguir asegurando la gestión política del Estado.Al frente del primer partido de Francia, Marine Le Pen se presenta como «salvadora de la patria», con unos proyectos gubernamentales que no podrá poner en práctica. Las izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) el mayor grupo parlamentario, esperan poder formar gobierno. Centros y derechas esperan seguir gobernando con Macron como presidente. Pero está por ver cuándo y cómo podrá formarse el nuevo gobierno de una Francia empantanada.