Millones de personas votaron en las elecciones provinciales y municipales en Bolivia en un clima de tranquilidad y orden, pese a la pandemia y a solo medio año de las presidenciales que marcaron el retorno al poder con una victoria abrumadora del Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales.
La votación comenzó a las 8 (las 9 en la Argentina) y concluyó a las 17 (las 18 en la Argentina) y unos 7,1 millones de ciudadanos empadronados estaban habilitados para votar en los comicios para elegir gobernadores para los nueve departamentos (provincias) e intendentes para los 336 municipios del país, entre otros cargos.
Según las últimas encuestas de los canales privados de televisión Unitel y Red Uno, la oposición se perfila como favorita para conseguir las alcaldías de las ciudades de La Paz y su vecina El Alto, así como Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este), las plazas políticas más codiciadas.
Los mismos sondeos señalan que los opositores también se impondrán para la gobernación de Santa Cruz, mientras que disputan palmo a palmo con el oficialismo la de La Paz, que volverá a gobernar en el departamento de Cochabamba.
Entre los primeros que votaron se destacaron el presidente, Luis Arce, y su antiguo jefe y antecesor, Morales.
"Hoy el pueblo boliviano consolida la recuperación de la democracia que empezamos en octubre del año pasado", afirmó Arce tras emitir su voto en La Paz, cerca del mediodía y más de dos horas después de lo anunciado porque la ausencia de jurados demoró la instalación de su mesa.
Previamente el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, dijo que Bolivia es "el primer país en el mundo que organiza dos elecciones de cobertura nacional en la época de la pandemia" de Covid-19, en el acto inaugural de la jornada electoral, apenas minutos antes de que los primeros ciudadanos depositen sus votos, según la agencia de noticias Sputnik.
El TSE calificó como "ordenada, pacífica y con alta participación ciudadana" a la primera mitad de los comicios regionales en los que se renuevan los Gobiernos de los nueve departamentos y los 336 municipios del país.
El mandatario boliviano no asistió al acto, al que estaba invitado, y dijo que "mientras esté la OEA, nosotros no vamos a acudir a ninguna invitación del órgano electoral", tras recordar a periodistas sobre "el papel nefasto de la OEA en las elecciones de 2019".
La OEA realiza en esta elección, como en las anteriores, una labor de observación.
Arce también lamentó que algunos medios hayan calificado con una baja participación y sostuvo que "hay algo que no está bien" en el proceso y que el TSE deberá analizar.
Morales, en tanto, votó en Cochabamba y llamó a todos los bolivianos a votar en masa.
"La participación en las distintas elecciones siempre ha sido de más del 90%, un récord a nivel latinoamericano. Convocar a los bolivianos a participar y que conscientemente decidan cuál es su mejor candidato", manifestó.
"La mejor forma de definir nuestras diferencias programáticas e ideológicas es con la participación del pueblo", agregó, según la agencia de noticias estatal ABI.
Para el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, la apertura de los centros de votación y la jornada transcurrió de manera normal y en un clima de tranquilidad, con un despliegue de seguridad de 40.000 policías y militares en todo el país.
Además, destacó que se utilizó el mismo protocolo sanitario que para las elecciones presidenciales de octubre pasado.
"El ejercicio de la democracia y el cuidado de la salud no son incompatibles, lo estamos demostrando", aseguró, tras semanas de reclamos de la oposición para posponer los comicios por temores a un contagio masivo.
Las disposiciones de prevención contra la Covid-19 del TSE obligaron a los votantes a realizar tres acciones preventivas antes de sufragar: quitarse el barbijo por unos segundos para mostrar la autenticidad del documento que presenten a las autoridades y marcarse con tinta el pulgar derecho con el uso de un hisopo, además de mantener distancia social en el recinto electoral.
Estas medidas ya fueron aplicadas en las presidenciales y fueron calificadas de "exitosas" por la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Otra medida de bioseguridad fue la votación fraccionada por horarios, de acuerdo con la terminación del número del documento.
Además de gobernadores y alcaldes, también se eligen asambleístas por departamento y concejales de los municipios.
Se registraron 20.000 candidaturas para unos 5.000 cargos públicos, según el TSE.
En el ámbito municipal, el MAS controlaba aproximadamente el 90% de las alcaldías, principalmente de provincias y municipios rurales, pero las de las cuatro ciudades principales estaban en manos de diversas fuerzas de la oposición.