La capital china sufre un el peor rebrote desde que comenzó la pandemia y las autoridades decidieron aislar en centros públicos a las personas infectadas, incluso si son niños.
Las autoridades de la ciudad china de Shanghai defendieron la polémica medida de separar los niños con Covid-19 de sus padres, una iniciativa cuyo objetivo es detener los contagios en la confinada metrópolis de 25 millones de habitantes.
La capital económica de China es actualmente el epicentro del peor brote de coronavirus en ese país desde principios de 2020, debido a la variante Ómicron, y la gran mayoría de sus habitantes están confinados.
Para contenerlo esto, quienes den positivo, aunque sean asintomáticos o tengan una infección leve, deben aislarse de las personas no contagiadas y esa medida, confirmaron las autoridades de Shanghai, se aplica a los menores, incluso si son bebés, lo que desató ansiedad y estupor entre las familias.
"Si el niño tiene menos de siete años, recibirá tratamiento en un centro público de salud", dijo Wu Qianyu, una responsable de los servicios de salud municipales, citado por la agencia de noticias AFP.
Y agregó: "Para los niños mayores o los adolescentes (...) los estamos aislando principalmente en lugares (de cuarentena) centralizados. Si uno de los padres está infectado, podrá acompañar al niño y cuidarlo" en ese lugar.
En las redes sociales, varias familias han mostrado su indignación por esta medida. "¿Los padres tienen ahora que 'cumplir las condiciones' (estar contagiado) para acompañar a sus hijos? ¡Es absurdo! Es un derecho elemental", decía un usuario en la red social Weibo, donde otro usuario calificaba a los servicios de salud de Shanghai como "inhumanos".
En la misma red, varios videos no verificados circulan mostrando niños pequeños y bebés sin acompañantes en centros de salud públicos.
El descontento crece en Shanghai ante la incapacidad de las autoridades a frenar el número creciente de contagios de Covid-19.
El ministerio de Salud anunció este lunes más de 9.000 nuevos casos en la ciudad, 95% de ellos asintomáticos, mientras el municipio continúa las pruebas de detección a toda la población.
La mayoría de los habitantes de la metrópolis están confinados y muchos se quejan de los problemas para conseguir alimentos frescos o acceder a hospitales.