El chiísmo, la principal secta minoritaria del islam , ha estado siempre muy ocupado defendiéndose de la mayoría suní y velando por su supervivencia. De repente, las circunstancias le hacen emerger como \'campeón de la causa musulmana\'. Irán, único país donde los chiíes ostentan todo el poder político, es con mucho el principal rival de Israel. Otro régimen vinculado a una secta chií, la alauí de Siria, aparece en estos momentos como refugio de los musulmanes que huyen de las guerras del Estado hebreo.Bashar al Assad , por el que nadie apostaba semanas o meses en el poder tras el estallido de la Primavera Árabe en 2011, ha logrado -a base de terror, apoyo ruso e iraní y el exilio de un cuarto de la población de Siria- no solo retener el mando en Damasco sino además el control militar de la mayor parte del país. La familia Al Assad está vinculada a la rama alauí a la que pertenece solo alrededor del 10 por ciento de la población original de Siria. El país cuenta con una mayoría suní y una importante minoría cristiana. Ambas han sufrido en sus carnes la guerra civil -todavía abierta- y se han visto forzadas al exilio, en Europa o en países vecinos como el Líbano, al igual que muchos sirios chiíes.La invasión israelí del Líbano, en persecución del movimiento yihadista chií Hizbolá , ha creado una situación inédita en la región. Centenares de miles de libaneses chiíes del sur del país han buscado refugio en Siria. Bashar al Assad ha dado instrucciones a sus fuerzas para que les reciban y acojan, viendo en ello una oportunidad política. Y una ocasión de negocio.Noticia Relacionada estandar Si Europa se dispone a cortejar a Bashar al Assad, hasta ahora \'paria\', para su nueva política migratoria Francisco de AndrésTrece años de guerra civilDespués de trece años de guerra civil, Siria es un país devastado. La ONU le sitúa en la lista de los que sufren más emergencia de ayuda humanitaria, y estima que se encuentran en esa situación 16,7 millones de civiles. Muchos exiliados sirios suníes recuerdan -como denuncia en un artículo \'The Economist\'- que durante estos años de guerra milicianos libaneses de Hizbolá devastaron pueblos enteros, y los han convertido en madrigueras para manufacturar captagon, la anfetamina que se han convertido en la principal exportación de Siria. Para Bashar al Assad la llegada de centenares de miles de refugiados del Líbano, impelidos por el avance del Ejército israelí -se calcula que son alrededor de medio millón desde el pasado mes de setiembre-, crea una situación de rédito diplomático. De \'paria mundial\', el dictador de Damasco puede pasar a convertirse en \'benefactor\' de la población civil libanesa. Además, la llegada masiva de refugiados libaneses , a la que se suma el retorno de muchos sirios, otorga a Al Assad la oportunidad de pedir a Occidente ayuda económica especial para darles albergue y trabajo en las regiones que controla el régimen de Damasco. Jordania, que ha obtenido miles de millones de euros en ayudas para mantener a centenares de miles de refugiados, es un modelo a seguir. Europa ha dado a entender que puede seguir el mismo ejemplo con Siria, para evitar la llegada al Viejo Continente de más refugiados sirios. El verano pasado, ocho países de la UE firmaron una propuesta para ayudar a Bashar al Assad en la reconstrucción del país , y aliviar las sanciones que pesan sobre su régimen. A cambio, Al Assad debe comprometerse a acoger de retorno a parte del millón de sirios que han solicitado asilo político en Europa.