Tras la última, y enésima, acción de represalia de la aviación israelí contra objetivos en Yemen -a raíz del estallido de un misil balístico hutí en Tel Aviv-, el propio Netanyahu ha tenido que conceder que este ha sido solo un capítulo más de un enfrentamiento que llevará tiempo solucionar. En el último año, los rebeldes yemeníes -pertenecientes a una tribu chií, apoyada por Irán - han lanzado dos centenares de misiles y otros tantos drones contra Israel, y no parecen asustados por las represalias de las Fuerzas Aéreas judías.Solo una intervención terrestre contra las regiones de Yemen en manos hutíes, entre ellas la capital Saná y varios puertos, podría apagar ese foco de conflicto. Pero Yemen está demasiado lejos de Israel, por lo que Tel Aviv necesitaría poner en pie una alianza internacional, que ineludiblemente necesitaría contar con la presencia de Estados Unidos y de Arabia Saudí, dos países con intereses también hostigados por los rebeldes hutíes.El momento para esa alianza es óptimo para Israel . Si alguna lección ha extraído de las guerras en Gaza y en el Líbano es esta: solo la intervención terrestre da resultados tangibles. Y en algunos casos devastadores. La Franja palestina -que tiene un territorio mínimo, poco más de la mitad del municipio de Madrid- ha sido laminada por tierra, mar y aire desde hace un año. En el Líbano, la intervención terrestre terminó por doblegar a Hizbolá, el movimiento yihadista chií, después de los asesinatos selectivos de toda su jerarquía.Noticia Relacionada El nuevo gobierno sirio estandar Si EE.UU. retirará al nuevo líder sirio de la lista del terrorismo mundial Francisco de Andrés Una delegación norteamericana negocia en Damasco las condicionesPara la alianza contra los hutíes de Yemen -que están apoyados por Irán aunque también disponen de su propia manufactura de armas- Israel podría contar, con bastante seguridad, con el respaldo saudí. Aunque la \'\'destrucción del Estado hebreo\'\' figura entre las prioridades de su programa, los hutíes también atacan a los saudíes por su condición de ser \'cabeza visible del sunismo\'. En 2015, Arabia Saudí junto a otros aliados árabes introdujo en Yemen varios miles de soldados que no fueron capaces de desalojar a los rebeldes de sus feudos; hoy ambos mantienen una tregua pactada. Estados Unidos, por su parte, bombardea también objetivos hutíes en Yemen cada vez que alguno de sus barcos mercantes es atacado en el Mar Rojo. Pero la llegada de Trump a la Casa Blanca, con su programa aislacionista en materia de intervenciones militares en el mundo, abre una interrogación a cualquier proyecto israelí en Oriente Próximo.A la espera de que cuaje una coalición global contra los hutíes, el tiempo también podría atemperar sus fervores yihadistas porque Yemen se hunde cada vez más en su crisis interna. Según Naciones Unidas, el 80% de esa nación árabe depende hoy de la ayuda humanitaria internacional.