Tres días después de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de 2022, Tulsi Gabbard , elegida este miércoles como directora nacional de inteligencia de Donald Trump , formuló en un video el siguiente plan de paz: «Es momento de dejar a un lado los intereses geopolíticos y adoptar un espíritu de aloha, respeto y amor por el bienestar del pueblo ucraniano. Al alcanzar un acuerdo que establezca a Ucrania como una nación neutral —sin alianzas militares ni con la OTAN ni con Rusia—, se podrían atender las preocupaciones legítimas de seguridad tanto de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, como de Rusia».Es decir, Gabbard, hawaiana (por eso su defensa del «espíritu de aloha») diputada demócrata entre 2013 y 2021, proponía justo lo que el Kremlin quería: una Ucrania obligada a ser neutral, forzada a ser satélite de Rusia , privada de poder acercarse a Europa. Por aquel entonces ya había sido acusada públicamente por su partido, que la repudió, de ser una marioneta de Vladímir Putin, un mero altavoz de los intereses de Moscú.El director de inteligencia nacional es el principal cargo de inteligencia en EE.UU., creado en 2004 como respuesta a los fallos de coordinación entre agencias previas a los atentados del 11 de septiembre. Supervisa la comunidad de inteligencia, integrando los esfuerzos de agencias como la CIA, la NSA y el FBI, y asesora al presidente en temas de seguridad nacional.Desde su creación, el cargo ha sido ocupado por siete personas, de las cuales solo dos han sido mujeres, ambas nombradas por Joe Biden. Cualquier candidato debe ser confirmado por el Senado, por mayoría simple.Noticia Relacionada estandar Si Del plató al Pentágono: el secretario de Defensa de Trump despierta dudas y críticas Javier Ansorena Pete Hegseth tiene experiencia de combate y en televisión, pero se cuestiona su capacidad de liderar al mayor ejército del mundoTulsi, como la llaman en Washington, presentó una demanda por difamación contra Hillary Clinton en 2020 después de que esta la acusara de estar siendo preparada como candidata de un tercer partido favorecida por Rusia. Clinton también sugirió que esa candidatura sería un «topo ruso». De hecho, Gabbard se presentó a las primarias demócratas, contra Biden y contra Kamala Harris, y las perdió, sin presentarse por ningún otro partido. Después, apoyó directamente a Trump.Gabbard alegó que Clinton mentía sobre sus vínculos con Rusia y que los comentarios le causaron daños estimados en más de 50 millones de dólares. Además, argumentó que Clinton guardaba rencor hacia ella por haber apoyado a Bernie Sanders en las primarias demócratas de 2016 . Finalmente, retiró la demanda explicando que, aunque consideraba válidas sus reclamaciones legales, prefería centrar sus esfuerzos en otras prioridades ante la pandemia.En plena ofensiva de Rusia, Gabbard dijo que EE.UU. financia laboratorios en Ucrania que pueden ser considerados como centros de desarrollo biológico. En un video en redes sociales insinuó que estos laboratorios podrían estar relacionados con enfermedades como el COVID-19 y que el gobierno de Joe Biden estaba tratando de ocultar esta información. Gabbard después corrigió y dijo que simplemente presentó evidencia de la existencia de estos laboratorios, una declaración que ha sido utilizada y difundida por medios de comunicación de Rusia y China, además de teorías conspirativas.Por lo demás, Gabbard ha estado siempre del lado más cercano a Rusia en todo tipo de crisis internacionales. Ha expresado dudas sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio durante la guerra civil, en desacuerdo con la postura oficial de EE.UU. Incluso tuvo dos reuniones secretas con el presidente sirio Bashar Al Assad para debatir ese asunto.También ha defendido a Rusia abundantemente, diciendo que la libertad de prensa en el país es similar a la de EE.UU. Desde que dejó el Congreso, Gabbard ha girado fuertemente hacia el populismo de Trump, apoyando más a candidatos republicanos en primarias que de su propio partido. Siempre mantuvo que las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones de 2016 fueron una falsedad para perjudicar a Trump. Este, complacido, la reclutó para ayudar en su preparación para el debate con Harris y ahora le ha encargado supervisar la inteligencia norteamericana.