El presidente de EE.UU., Donald Trump , ha calentado todavía más la visita de su vicepresidente a Groenlandia el próximo viernes, entre críticas de las autoridades locales a las «provocaciones» y «agresividad» de los estadounidenses por las ambiciones de la Casa Blanca de comprar la enorme isla en el Ártico.«Necesitamos a Groenlandia por temas de seguridad internacional. La necesitamos y tenemos que tenerla», dijo Trump este miércoles en una entrevista en el pódcast de Vince Coglianese.«Siento tener que decirlo así, pero vamos a tener que quedárnosla», añadió Trump sobre Groenlandia , un territorio con creciente interés para EE.UU. por la competición con China y Rusia en el Ártico y por sus ingentes recursos naturales, entre otros, minerales clave para la industria tecnológica.Noticia Relacionada estandar Si El vicepresidente de EE.UU. visitará Groenlandia para ver «qué pasa allí con la seguridad» Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York El viaje es también una maniobra de distracción en medio del escándalo por la revelación de secretos militares a un periodistaLas últimas declaraciones de Trump echan leña al fuego de la visita de Vance esta semana a Groenlandia, un territorio con Gobierno autónomo y bajo soberanía de Dinamarca. Es la autoridad de mayor rango de la Administración Trump que visita la isla, después de que el presidente haya insistido desde antes de llegar a la Casa Blanca que su intención es adquirir el territorio. En su pasado discurso sobre el Estado de la Unión, Trump aseguró que EE.UU. se quedará Groenlandia «de una manera u otra».La ambición por la isla del Ártico está dentro del expansionismo que está mostrando Trump en su segundo mandato, el que parece dispuesto a no dejar la presidencia sin aumentar el territorio de EE.UU. Además de la compra de Groenlandia, Trump ha defendido la necesidad de anexionar Canadá y convertir al país vecino en el estado 51º, ha exigido la recuperación del control del Canal de Panamá y ha propuesto, de manera disparatada, expulsar a los palestinos de Gaza y convertir la Franja en un resort turístico de propiedad estadounidense.