Tras la histórica media sanción que obtuvo el proyecto de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara de Diputados, el mandatario resaltó que ese proyecto fue una respuesta a "una demanda de hace muchos años". Afirmó que más que felicidad le da “tranquilidad” haberlo impulsado.
El presidente Alberto Fernández se mostró confiando en que el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo consiga los votos necesarios en el Senado para ser aprobado. “Va a salir”, afirmó. En ese sentido, aseguró que más que felicidad le da “tranquilidad” haberlo impulsado porque es “necesario resolver la situación de la mujer que decide abortar".
“Lo único que hice fue tratar de interpretar lo que era una demanda hace muchos años, además de cumplir con mis convicciones”, ratificó, al participar con una entrevista telefónica en la transmisión especial a 37 años del retorno de la democracia en la Argentina, que conducen Romina Calderaro y Maria Seoane.
“Cuando yo empecé a plantear el tema del aborto en la campaña, una de las preocupaciones que tenia es que la mujer humilde o sin recursos muchas veces terminaba en manos de curanderos o personas que lejos de resolverle el problema, se lo complicaba“, recordó.
En relación al plan de los Mil días, Fernandéz explicó que fue pensado para acompañar a las mujeres que deciden maternar. Comentó que le dijeron que “las mujeres humildes no quieren abortar, quieren tenerlos” y agregó al respecto: “Por esto es el plan de los mil días, para ayudarlas a tenerlos, porque la nutrición del recién nacido es central“.
En conmemoración a los 37 años del retorno de la democracia argentina, señaló que si bien aún existe “una deuda muy grande”, se han logrado muchas cosas “por ejemplo que el Congreso y el Poder Ejecutivo se reinventen con las demandas sociales”. En contraposición, remarcó que el Poder Judicial, “siempre estuvo en otro lugar, que es un lugar muy desagradable donde la democracia no puede entrar“.
El mandatario enfatizó que el funcionamiento de la Justicia es “malo” y apuntó directamente contra la Corte Suprema de la Nación por haber intervenido con un per saltum en el caso del traslado de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, y no en la condena a Amado Boudou. “¿Qué tiene más gravedad institucional, el traslado de jueces ignotos a 5 años de prisión de alguien que fue vicepresidente de la Nación?”, preguntó.
En esa línea, el presidente destacó el trabajo realizado por el Consejo Consultivo para el fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público y destacó como “valiosas” las conclusiones del informe final que recibió el miércoles pasado.
“Esa es la famosa comisión que algunos decían que habíamos hecho a la medida de Cristina” afirmó y aclaró que en todos los temas propuso, en ninguno hay una posición unánime. “En todos hay por lo menos oposición. Eso demuestra la libertad con la que funciona y que es así por la calidad de los juristas que son. Es una extraordinaria plataforma para poder sacar las leyes que tenemos que sacar para resolver cómo debe funcionar el recurso extraordinario ante la Corte”, agregó.