El Presidente disparó contra la oposición y contra quienes dicen que el Gobierno busca suspender las elecciones. Defendió la gestión del Gobierno frente a la pandemia.
Luego del anuncio de nuevas medidas de restricción frente al aumento de casos de Covid-19, con alcance en todo el país, el presidente Alberto Fernández disparó con dureza contra la oposición por las críticas a la gestión de la pandemia y, sin identificarlos, apuntó contra quienes lo tildan de "dictador" y que opinan que busca "una solución política" con los contagios con el fin de suspender las elecciones.
"Ayer un imbécil me llamó dictador. Escucho imbéciles que dicen que los contagios son una solución política, hay que ser un imbécil profundo para decir eso o ser una mala persona. Dicen que hago esto para suspender las PASO", se quejó el Presidente en declaraciones radiales.
En ese mismo sentido, aseguró que no le "importa" el resultado de las elecciones de este año, sino que "no se muera más gente por la pandemia" de coronavirus y cuestionó las "barrabasadas" que dicen dirigentes de la oposición en ese sentido.
"Si tengo que perder una elección por esto la pierdo, pero quiero dormir en paz. Dicen que estoy haciendo esto para evitar las PASO. Por favor, ¿cómo alguien puede pensar semejante barrabasada?", se preguntó el Presidente en diálogo con Radio con Vos, y agregó: "Hay que ser muy miserables para decir eso".
Sobre cómo gestionó el Gobierno la pandemia, afirmó: "Menos mal que hice la cuarentena porque me dejaron un país sin hospitales, una gobernadora se jactaba de no construir hospitales, teníamos una Argentina con vacunas vencidas, con el sarampión de nuevo. Salvamos decenas de miles de vidas por la cuarentena". Además, no descartó tomar medidas de mayor restricción en caso de que no bajen los contagios. "Si la cosa se pone peor y la gente no reacciona, tendré que hacer un pedido muy claro a los gobernadores", advirtió el Presidente.
Y al referirse a las nuevas restricciones, Alberto Fernández expresó: "Vivimos en un país federal, yo no dispongo del control de todo el país. Necesito de los gobernadores para hacer cumplir las medidas. Hay una conducta social muy difícil de resolver. Es difícil disponer restricciones mayores porque, básicamente, la gente no las cumple".
"Cuando veo las colas de personas para hisoparse me da una luz de esperanza de que la gente entiende la gravedad del tema y entiende la gravedad. Pero si veo que la cosa se pone peor y la gente no reacciona, tendré que hacer un pedido muy claro a los gobernadores y que se ocupen de hacer lo que no hagan", añadió.
Asimismo, dijo: "La actividad económica está funcionando a pleno, no hemos detectado ningún foco de contagio en fábricas, en ningún lugar del país. No creo que haga falta hoy (volver a dar asistencia económica). Si hiciera falta en algún momento, voy a ayudar a salir a los argentinos de esto. La mejor forma de ayudar es que la economía crezca, y viene sucediendo eso".
Sobre las medidas, también se refirió a la situación de los endeudados con créditos UVA, las tarifas, y descartó el regreso del IFE, la ayuda de $10.000 que pagó el Gobierno durante el primer año de pandemia. Ese último punto fue un anticipó ayer de Ámbito.
En otro apartado, aseguró la negociación con la farmacéutica Pfizer por vacunas, que no llegó a buen puerto, "es un problema de Pfizer". "Ahora tienen juicios en todo el mundo. Tengo la certeza de que Pfizer no quiero generarse problemas con nosotros porque sabía que no iba a poder cumplir su contrato. Creo que Estados Unidos de algún modo embargó todas las vacunas producidas en Estados Unidos y que por eso no las pueden sacar", afirmó.
Asimismo, reiteró que "(la vacunación VIP) no debió haber pasado y por eso tomé la decisión que tomé, que me costó muchísimo. Desde entonces puse cuatro ojos sobre el tema para que no vuelva a pasar". Se refería a haberle pedido la renuncia al ahora exministro de Salud, Ginés González García, quien lo había acompañado desde el inicio de su gobierno.