El senador, que lucha contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), viajó esta mañana a la provincia norteña para visitar el santuario de la Virgen del Cerro acompañado de un centenar de fieles
El senador Esteban Bullrich llegó esta mañana a la provincia de Salta y visitó el santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, más conocida como Virgen del Cerro. Acompañó así una peregrinación organizada por un centenar de fieles que se convocaron para pedir por la salud del legislador, que lucha contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). “Hoy me siento el hombre más feliz del mundo”, comentó luego.
Bullrich viajó al norte después de que el jueves pasado haya sido intervenido quirúrgicamente para que le colocaran un botón gástrico que le permite alimentarse, ante el avance de su enfermedad. Cerca del mediodía de hoy, subió a la cima del cerro junto a familiares, amigos y fieles con los que se fue encontrando en el camino. También, acompañado de algunos funcionarios, como los diputados nacionales Martín Grande y Victoria Morales Gorleri.
Una vez frente al santuario, el ex ministro de Educación se mostró conmovido hasta las lágrimas.
La peregrinación al Santuario de la Virgen del Cerro en Salta es algo que hacen muchos creyentes ya que, según afirman, allí hay apariciones de la Virgen María desde 1990. En este caso, fue organizado por un grupo de personas para realizar también una oración conjunta y “pedir por una gracia especial para Esteban, un dirigente y emprendedor de la vida”, rezaba el comunicado que anunciaba la caminata.
“Fin de un día muy especial. Abrazado por el amor de mi vida, mis hijos y amigos y por la Virgen también. Puedo decir como Lou Gehrig que le puso nombre a esta enfermedad. Hoy me siento el hombre más feliz del mundo #LaVidaEsHoy”, comentó en la tarde Bullrich a través de su cuenta de Twitter y acompaño el posteo con una foto.
Bajo el lema “Camino a la Virgen por Esteban”, la peregrinación tuvo dos etapas, entre viernes y sábado. Algunos fieles llegaron hasta el santuario desde Jujuy. “El pueblo argentino es muy creyente y este grupo que se juntó espontáneamente, tiene mucha fe que la oración comunitaria es algo muy poderoso y que mueve montañas”, agregaron los organizadores.
Las muestras de apoyo al legislados también se replicaron en las redes sociales. El hasta #FuerzaEsteban se hizo tendencia en Twitter. Uno de los que se sumó a los mensajes de aliento fue el ex presidente Mauricio Macri, quien compartió una foto de Bullrich durante su recorrido de hoy.
En abril de este año, Bullrich confirmó mediante un comunicado el padecimiento de su enfermedad. “Es difícil transmitir noticias dolorosas, pero compartirlas es aliviador. Después de varios meses consultando médicos y haciéndome todos los estudios necesarios, finalmente dimos con un diagnóstico definitivo sobre mi condición. Tengo Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que provoca parálisis muscular y que es lo que me afecta el habla”, informó.
Y aseguró: “La ELA es compleja pero cuidándose y respetando los tratamientos se pueden atenuar los síntomas. Como católico, creo que Dios nunca nos pone pruebas que no podamos superar. Él hace nuevas todas las cosas, confío en Él. No me voy a mover de donde estoy. Esta situación no me impide continuar con mis funciones”.
En mayo de este año, el senador se refirió por primera vez y en profundidad a su pelea en el plano de la salud. “Tuve una etapa de angustia, mucha”, dijo entonces sobre el momento en el cual, después de seis meses de estudios -los primeros síntomas aparecieron en septiembre del año pasado y se manifestaron en dificultades en el habla-, recién pudieron darle el diagnóstico. La siguiente reacción fue el enojo. “El enojo me costó más que la angustia porque no le encontraba la vuelta. Ahora estoy en paz. Ahora estoy viviendo día a día”, contó aquella vez.
Entrevistado por Ernesto Tenembaum y María O’Donnell para CNN, Bullrich habló sobre el largo proceso que llevó a su diagnóstico, contó cuál fue su reacción frente a la dura noticia, así como al de su familia, amigos y entorno. Se mostró fuerte y optimista -”me focalizo en todo lo que puedo hacer todavía”; “quiero crear una esperanza de que se puede vivir bien disfrutando lo que se hace”-, pero a la vez sensible y conmovido ante los gestos que recibe y también solidario con quienes padecen la misma enfermedad pero no tienen acceso a los tratamientos que, de momento, no curan pero permiten retrasar los efectos.
“Esta enfermedad no me define, lo que me define es cómo yo llevo adelante la enfermedad”, enfatizó aquel día el político.