En los primeros ocho meses de la presidencia de Javier Milei se perdieron 146.465 empleos asalariados registrados en el sector privado y 41.260 en el público, un total de 187.725. Contra la narrativa oficial acerca del achicamiento del Estado, simbolizada en “la motosierra”, la mayor caída de puestos de trabajo se produjo en el universo de la actividad privada, con un -2,3%, mientras que en el conjunto de las administraciones públicas fue de -1,2%, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
El trabajo asigna la reducción de empleo asalariado registrado a la recesión de la actividad inducida por el gobierno con el objetivo de reducir la inflación.
El sector de actividad más castigado en materia de puestos de trabajo fue Construcción, con la destrucción de 67.807 puestos, equivalente a un 46,3% del total de las pérdidas.
De los 14 sectores de actividad medidos en julio pasado, solo 4 crearon empleos: Enseñanza; Electricidad y Gas; Comercio; y Pesca. Los 10 restantes destruyeron puestos de trabajo.
En julio, comparado con el mes anterior, “se perdieron 8.890 puestos de trabajo registrados en el sector privado”. El ranking lo encabezó Industria con 2.855 empleos menos en relación a junio, seguido por Servicios Comunitarios y Sociales (-1.233); Construcción (-1.208) y Agricultura (-1.072).
Por provincias
El informe del Cepa también desagrega la pérdida de puestos de trabajo por provincias. “En julio de 2024, 16 de las 24 registraron una caída del empleo. En tan sólo ocho meses, hay provincias que perdieron hasta 11,8% de sus puestos de trabajo registrados privados”, señala el trabajo.
¿Cómo le fue a Santa Fe en ese ranking? De acuerdo al Cepa, se encuentra entre las jurisdicciones que perdieron puestos de trabajo, pero no participa de lote al que peor le fue.
Junto a Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos -entre otras provincias-, Santa Fe se ubica en el grupo de jurisdicciones que sufrió una caída del empleo entre el 0,1 y el 5%.
“Entre las más perjudicadas, aquellas cuya caída es superior a 5%, ya se encuentran 10 jurisdicciones: San Luis, Chaco, Misiones, Formosa, La Rioja, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Santa Cruz, Catamarca y San Juan”, enumera el trabajo.
Motivos para el pesimismo
Los sectores de la actividad que el gobierno busca “dinamizar” a través del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (Rigi) no son, justamente, los que requieren mano de obra en forma intensiva.
La composición de la estructura laboral argentina no permite ser muy optimista, aun con llegada de inversiones extranjeras. “La principal actividad económica en materia de empleo en el sector privado es el Comercio, que reúne a 19,7% del total. Este sector perdió 6.627 puestos de trabajo desde la asunción de Milei”, indica el informe del Cepa. La constante caída en las ventas, aderezadas con el incremento de alquileres y servicios, explica la pérdida de fuentes de trabajo.
La Industria -otra víctima de las políticas libertarias- es la segunda empleadora en el país, con el 18,7% del total.
El Cepa señala que el Rigi “apunta a atraer inversiones que dinamicen determinados sectores de actividad: la minería, la siderurgia y los hidrocarburos”.
Sin embargo, “si analizamos la incidencia que tienen estos sectores sobre el empleo registrado privado, encontramos que su participación es más bien marginal: 6,9% del total”, detalla el estudio.