Se llama "La ruta del TOAS" y fue realizada por soldados que defendieron el litoral marítimo argentino y que reclaman ser reconocidos plenamente como veteranos. Se movilizaron de Río Negro a Tierra del Fuego.
Durante la Guerra de Malvinas miles de soldados y conscriptos argentinos fueron desplegados en la Patagonia como parte del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). Desde allí se reabastecía a las fuerzas nacionales, se lanzaban los ataques aéreos contra la flota británica, se atendía a quienes eran evacuados del frente y se protegía el territorio continental ante una eventual avanzada enemiga.
Bunkers, bases, pozos de zorro y hasta hospitales de campaña formaban parte de la escenografía diaria en la meseta patagónica. Terminado el conflicto, muchos de esos hombres y mujeres fueron reconocidos plenamente como veteranos y veteranas, pero solo por algunos años. En 1988 el decreto reglamentario 509/88 los recalificó y perdieron su status. Desde entonces encarnan una lucha férrea contra el olvido y la indiferencia estatal.
Al calor de este reclamo nació "Concertación TOAS", un espacio conformado por movilizados al litoral marítimo argentino que lleva adelante distintas iniciativas en pos de su objetivo. Este año, en vísperas del 39 aniversario de la Guerra de Malvinas, realizaron una de sus actividades más ambiciosas: "La ruta del TOAS". Se trata de una travesía de más de 2.000 kilómetros por las localidades sureñas donde ocuparon posiciones en la contienda. Exconscriptos de las 24 provincias del país viajaron desde Río Negro a Tierra del Fuego durante dos semanas, buscando echar luz sobre su propia historia y la de la región.
"Es la primera vez que lo hacemos, pero nuestra intención es generarlo todos los años. Vamos a intentar ampliar la propuesta para que compartan nuestro orgullo todos los pobladores que viven y son nacidos en esa zona argentina. Hay pobladores antiguos que recuerdan situaciones que nosotros también recordamos. Es muy emocionantes. Nuestro objetivo es mantener viva esa historia y que no se pierda, porque es una parte de la guerra que se mantiene olvidada", dice a ámbito Alejandro Martínez, uno de los coordinadores de Concertación TOAS.
En 1982 Martínez era un joven conscripto que integraba el Regimiento I de Infantería de Patricios. Cuando la Argentina recuperó el control de las Islas, su unidad fue movilizada a Rada Tilly, Chubut. A días del final de las hostilidades y ante el avance británico, se le ordenó reforzar la posición Malvinas, pero la rendición firmada el 14 de junio en Puerto Argentino impidió que el grupo entrara en combate.
Del otro lado del teléfono, en una posta del recorrido, el dirigente explica: "Sabemos que si no se conoce nuestra historia, no se nos va a reconocer; entonces organizamos todo y hablamos con la gente de la región para contarles que íbamos a hacer actividades en la zona. Así ideamos una caravana con veteranos de todo el país, donde están representados los 24 distritos. Empezamos a recorrer las posiciones, bases y bunkers y a ponerlas en valor con las autoridades locales para que eso no se pierda, porque es una historia de todos los argentinos".
Por supuesto que los distritos y provincias que formaron parte del itinerario no permanecieron ajenos a la Ruta del TOAS: "Muchos municipios lo declararon de interés; en otros, está en estudio. No es solo nuestro relato: durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se abrieron archivos secretos con mucha documentación que teníamos en fotocopias y borradores. Ahora, nuestro relato está certificado por documentos oficiales. Eso nos posibilita también tener mayor seriedad en los datos que aportamos para que se sepa lo que pasó en el litoral".
La travesía se inició el pasado 18 de marzo en la localidad rionegrina de San Antonio Oeste. Hasta allí llegaron las combis y los autos con un puñado de los 9.500 exconscriptos. La elección del sitio no fue casual. "Es un lugar emblemático para todos los que fueron movilizados al sur, porque ahí terminaba la punta de riel y se iniciaba el tráfico terrestre por vía automotor. Todos nos acordamos de ese playón", explica Martínez.
Luego del encuentro en el punto de reunión, los TOAS marcharon hacia Puerto Madryn, donde se inició oficialmente el recorrido por la costa patagónica, que concluyó este viernes en la Isla Grande de Tierra del Fuego. Durante la experiencia la caravana atravesó Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Puerto San Julián, Río Gallegos, Río Grande y Ushuaia, entre otros sitios emblemáticos.
La ruta del TOAS pasó por cuatro provincias y más de 2.000 kilómetros.
Además del recibimiento afectuoso de vecinos y autoridades, cada posta ofreció un torbellino de recuerdos y emociones encontradas. Las estructuras desvencijadas y erosionadas por el azote del aire salino y el frío dan cuenta de los casi 40 años que pasaron desde la guerra. El trayecto de la Ruta del TOAS se pudo seguir a través de las fotos que los participantes compartían en las redes sociales de Concertación TOAS. Desde saludos respetuosos de las fuerzas de seguridad, hasta las declaraciones de interés público de diversas legislaturas, todo fue registrado.
Martínez es optimista de cara al futuro y cree que su lucha finalmente será reconocida: "Muchos legisladores de todos los bloques manejan el concepto de que este reclamo está por encima de cualquier divergencia política. Hay un proyecto que ya casi completó la capacidad de firmantes, y son de muchos bloques".
"Estamos tratando de que esto se trate y se sancione. Somos 9.500 soldados. Nuestra solución en el tema presupuestario es un 0,0005. No es algo tan terrible con respecto a la situación que vive el país. Se trata, más que nada, de subsanar una injusticia; estamos en igualdad con muchos veteranos que ya están reconocidos", cierra el exPatricio.