Más de 19.000 peregrinos de la Puna salteña llegaron este miércoles a la Catedral de Salta, en una de las peregrinaciones mas emotivas y numerosas que arribaron a la ciudad desde el sábado pasado hasta este miércoles, para participar de la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, considerada una de las más populares del país y que cerrará este jueves, con la tradicional procesión.
Los peregrinos, que ocupaban más de 15 cuadras, ingresaron lentamente por la nave central del templo mayor de Salta, para saludar a las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, con gran emoción y lágrimas en los ojos.
“Siempre digo que éste es un modo de evangelizar sin palabras, desde el amor, desde la unidad, desde la paz, por esa Argentina que todos ansiamos, sin divisiones, sin corrupción y que sea un lugar de oportunidades para todos, especialmente para nuestros niños y jóvenes”, expresó el vicario de la Arquidiócesis de Salta, monseñor Dante Bernacki.
El religioso llegó en la tarde de este miércoles a la Catedral Basílica de Salta, junto a los peregrinos de La Puna, que caminaron durante más de una semana, para atravesar cerros y valles y venerar al Señor y la Virgen del Milagro.
“Duele el alma cuando nuestros niños y jóvenes que se formaron acá tienen que ir a forjarse un futuro afuera”, expresó Bernacki, tras lo que instó a pedir al Señor y la Virgen del Milagro “por esta gente linda de La Puna, por todos los que nos visitan y por una Argentina con oportunidades para todos”.
Luego, expresó: “ojalá logremos realmente dignificar la bandera de la Patria con honestidad, con la verdad y la justicia”.
Esta peregrinación comenzó el 5 de septiembre, a las 2 de la mañana, con alrededor de 100 caminantes que partieron desde la localidad de Tolar Grande, para recorrer 380 kilómetros hasta Salta Capital.
A ellos se les sumaron los integrantes de la peregrinación minera, con trabajadores de las minas Patito, Martillo y Olacapato, entre otras, que salieron el 6 de septiembre y llegaron ataviados con sus cascos típicos y sus ropas de trabajo.
Junto a ellos arribaron los peregrinos de San Antonio de los Cobres y en el camino se fueron sumando más caminantes, con lo que se convirtió en una de las peregrinaciones más numerosas del Milagro salteño.
En la puerta de la catedral, en la tarde soleada y templada, se interpretaron bailes típicos de la Puna y se ejecutaron instrumentos puneños, a la vez que se pronunciaron coplas y poesías alusivas a esta larga caminata de fe y alegría.
Fuertes aplausos de una plaza 9 de Julio prácticamente colmada recibieron a los caminantes, que llegaron con banderas, carteles y con pequeñas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro en sus manos.
