Según la Administración de Parques Nacionales existen 1020 especies en la Argentina consideradas de valor especial: 486 aves, 189 mamíferos 94 anfibios, 129 reptiles y 122 peces.
Más de mil especies de animales catalogadas “de valor especial” son protegidas en los Parques Nacionales de Argentina, debido en algunos casos a su situación de amenaza, o a que son endémicas del área protegida y su entorno, con escasa presencia a nivel poblacional, claves para la estructuración y el funcionamiento de un ecosistema o con una valoración especial por parte de la sociedad, entre otros criterios.
La Administración Nacional de Parques Nacionales (APN) informó que el listado de especies de valor especial de un área de conservación permite priorizar las investigaciones, monitoreos, observaciones y registros realizados por el personal de Parques Nacionales.
Actualmente, en la APN existen 1020 especies consideradas de valor especial: 486 aves, 189 mamíferos 94 anfibios, 129 reptiles y 122 peces.
Entre estas están el Monito de monte (Dromiciops gliroides), un pequeño marsupial endémico de los bosques húmedos andino-patagónicos de Argentina y Chile cuyo estado de conservación es Vulnerable en el país y es considerado de valor especial en cuatro Parques Nacionales: Lanín, Nahuel Huapi, Lago Puelo y Los Alerces.
En el listado también figura el Cóndor andino (Vultur gryphus), ave de gran envergadura, alcanzando los 3 metros con las alas desplegadas, que es emblemática de Sudamérica y se encuentra bajo la categoría Amenazada en Argentina; por su importancia para la conservación integra el listado de 19 áreas protegidas nacionales desde el NOA hasta la Patagonia Austral, incluyendo Parques del Cuyo y serranías de la zona central del país.
También forma parte de este registro la Rana marsupial de Baritú o punteada (Gastrotheca chrysosticta); este particular anfibio habita únicamente en las Yungas de Salta, se encuentra En Peligro de Extinción y fue redescubierta en 2018 después de 25 años sin registros en la naturaleza; encuentra refugio en el Parque Nacional Baritú.
Otra especie catalogada es el Curiyú (Eunectes notaeus), también conocida como anaconda amarilla: se trata de una boa de hasta 30 kilogramos propia del Chaco Húmedo y el Pantanal, que encuentra el límite austral de su distribución en nuestro país, donde se la considera en estado Vunerable; fue identificada como especie de valor especial en cinco áreas protegidas del litoral y el NEA: los Parques Nacionales Pre-Delta, Mburucuyá, Chaco y Río Pilcomayo y la Reserva Natural Educativa Colonia Benítez.
En el listado también figura el Chucho de río (Potamotrygon motoro), una raya de agua dulce que en el país habita en la cuenca del Paraná-Paraguay, exhibe en su dorso grandes ocelos o manchas tricolores repartidas por todo el disco y presenta además un aguijón caudal venenoso; su estado de conservación se considera indeterminado debido a que se cuenta con datos insuficientes para su categorización y forma parte del listado del Parque Nacional Mburucuyá.