El obispo católico ya retirado falleció por una insuficiencia respiratoria mientras se aguardaban los resultados de un hisopado por covid-19. Fue vicepresidente del Episcopado y una figura muy reconocida en ámbitos sociales, gremiales y políticos por su actitud de diálogo. El Secretario de Culto lo recordó "con enorme afecto" por "su búsqueda del bien común"
Agustín Radrizzani, arzobispo emérito de Mercedes-Luján, murió en la madrugada de este 2 de setiembre, a la edad de 75 años, según lo informó en un comunicado el actual arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, indicando como causa de la muerte "una insuficiencia respiratoria debido a una neumonía bilateral y a la espera de los resultados del hisopado por covid-19", según le fue informado por el Hospital de Junín. El obispo católico, una figura muy reconocida en los ámbitos sociales, gremiales y políticos, había sido hospitalizado en la mañana del martes debido a un cuadro febril. Entre 2005 y 2008 ocupó el lugar de vicepresidente de la Conferencia Episcopal, institución que entonces presidía Jorge Bergoglio.
El Secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri, lamentó "profundamente la muerte de Agustín". El funcionario dijo que "lo recordamos con enorme afecto” y manifestó que "a través de los años de trabajo en conjunto sostuvimos un diálogo sincero en la búsqueda del bien común”.
Radrizzani, sacerdote de la congregación salesiana, nació en Avellaneda (provincia de Buenos Aires) el 22 de septiembre de 1944 y fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1972 en Turín, (Italia). El 14 de mayo de 1991 fue elegido por el papa Juan Pablo II para suceder en la diócesis de Neuquén al obispo Jaime de Nevares, el primer obispo de esa jurisdicción eclesiástica y uno de los prelados argentinos destacado por su lucha en defensa de los derechos humanos. Permaneció en Neuquén hasta el año 2001, cuando se le confió la diócesis de Lomas de Zamora (Provincia de Buenos Aires). Desempeñó esa función sustituyendo a su antecesor, el obispo ultra conservador Desiderio Collino, hasta diciembre de 2007.
Según confían los propios fieles católicos, Radrizzani cambió "el perfil pastoral" de la diócesis cuyo titular es hoy Jorge Lugones. El Papa lo nombró luego arzobispo de Luján-Mercedes cargó al que renunció al cumplir 75 años (la edad establecida por la Iglesia Católica para el retiro de los obispos) el 24 de setiembre de 2019.
A lo largo de su actuación pastoral Radrizzani se destacó por su compromiso social, su cercanía a los temas de los derechos humanos y también por su vinculación con los actores de la vida política, social y gremial.
En 2002, a poco se asumir como obispo de Lomas de Zamora, se produjo el asesinato de Maximiliano KostekI y Darío Santillán, en cuyo velatorio Radrizzani se hizo presente para acompañar a la familia.
A partir de 2008 y después de abandonar la vicepresidencia del Episcopado, Radrizzani se desempeñó como Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social y desde esa función respaldó la iniciativa de lo que sería luego la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la audiencia pública a la que fue convocado dijo, entre otras cosas, que es "tan importante cuidar que la economía no maneje la política de las comunicaciones como cuidar que la política no busque intereses ideológicos ni económicos en la utilización de los medios".
En 2010, cuando ocurría una tensa relación entre el entonces cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, y el gobierno nacional, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, eligió la basílica de Luján para el tedeum del 25 de mayo que fue en ese momento celebrado y presidido por Radrizzani en su calidad de arzobispo de lugar. Este hecho le valió la calificación de "kirchnerista" por parte de la oposición política y de medios de comunicación, algo que el obispo descartó de plano, sin negar su diálogo permanente con el gobierno, con el secretario Oliveri y con la propia expresidenta y hoy vicepresidenta de la Nación. Días antes de la celebración de ese acto, el martes de Semana Santa, Radrizzani había recibido en la misma basílica de Luján a Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
En años posteriores durante la presidencia de Cristina Fernández, la celebración litúrgica de acción de gracias se siguió realizando en la basílica de Luján, siempre con la presencia de Radrizzani.
El 20 de octubre de 2018, el entonces arzobispo de Luján-Mercedes recibió en la basílica de esa ciudad a una delegación de dirigentes sindicales, entre los cuales de contaba Hugo Moyano, que a su vez encabezaron una multitudinaria concentración de protesta por la política económica del gobierno de Mauricio Macri pidiendo "paz, pan y trabajo para nuestra patria" . En esa ocasión Radrizzani sufrió fuertes críticas del oficialismo de entonces, a lo que respondió diciendo que "sé que algunos han sufrido por la misa del 20 octubre, les pido perdón, así como otros se han alegrado" e invitó "a todos a caminar juntos para superar la dolorosa brecha que vivimos en nuestra sociedad". Aclaró además que su intención en la oportunidad fue "propiciar un clima de diálogo para superar las dificultades que sufren muchos argentinos" y negó toda intencionalidad política.