Este domingo por la noche, con la conducción de la comediante Nikki Glasser, se celebró la 82ª edición de los premios Golden Globes, que entrega la Prensa Extranjera de Hollywood. Los grandes ganadores fueron las series “Shogun” y “Hacks”; mientras que en cine se destacaron “Emilia Pérez” y “The Brutalist”. Pero lo que más llamó la atención fue la ausencia de las grandes producciones de Hollywood en las nominaciones, lo que refleja en la crisis que vive la industria cinematográfica norteamericana.
“Shogun”, remake de la clásica miniserie protagonizada por Richard Chamberlain en los años 80, se llevó los premios más importantes. Ganó como mejor serie de drama, mejor actor protagónico en serie de drama, mejor actor de reparto en serie de drama y mejor actriz de reparto en serie de drama.
“Hacks” de Max se llevó el galardón como mejor serie de comedia/musical, al igual que Jean Smart, como mejor actriz protagónica en serie de comedia/musical. Otros premios a la televisión para destacar fueron para la traumática serie de Netflix “Bebé Reno”, que se llevó el premio a la mejor miniserie, al igual que su actriz protagónica Jessica Gunning, quien brilló en esta ficción. Por último, Colin Farrell se llevó el premio al mejor actor protagónico en miniserie, por “El Pingüino”.
En cuanto a las producciones cinematográficas, tenemos las grandes sorpresas de la noche, no por su calidad, sino porque son historias contadas por nuevos y desconocidos realizadores. La gran ganadora de la noche fue “Emilia Pérez”, quien se alzó con cuatro estatuillas, entre ellas, mejor película de comedia/musical, mejor película extranjera, mejor actriz de reparto para Zoe Saldaña y mejor canción original.
“Emilia Pérez” es la historia de un narcotraficante fugitivo, quien decide someterse a una cirugía de cambio de sexo, y luego de diez años decide recuperar a su familia.
Por su parte, “The Brutalist” salió victoriosa en las categorías de mejor película de drama, mejor actor para Adrien Brody y mejor director para Brady Corbet. Esta cinta sigue la vida del arquitecto Lászlo Toth, quien huye de la Europa de la posguerra hacia Estados Unidos.
También se destaca el premio a mejor actriz de comedia/musical para Demi Moore por “La sustancia” y el mejor guión se lo llevó la película “Conclave”.
Un tirón de orejas para la industria cinematográfica estadounidense
Lo que más llamó la atención en la entrega de premios fue la notable ausencia de producciones “de peso” de los grandes estudios. Películas como “Wicked”, “Guasón 2”, “Aquí”; para mencionar algunas, quedaron fuera del radar de la prensa especializada; esto hace que Hollywood debería replantearse a la hora de iniciar sus producciones. El exceso de remakes y del género de superhéroes hizo que la industria se “achatara” y no entreguen productos de calidad. De nada sirvió el regreso del director Robert Zemeckis con su ambiciosa “Aquí”, para que no figurara en ninguna nominación. O la tan esperada “Guasón 2” que fracasó por decisiones de su director y guionista Todd Phillips. Pero se celebra la llegada de nuevos nombres como Brady Corbet, Jacques Audiard: para nombrar algunos que entregan productos de calidad, pero que cuesta invitar al público masivo.
Todavía no está todo dicho, ya que falta conocer las nominaciones a los premios Oscar, y la entrega de los premios Critics Choice Awards, que se entregan la próxima semana; por ahora las cosas están así.
