La Ciudad de Buenos Aires avanza en la política del hecho consumado. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, adelantó por decreto "de manera excepcional y por única vez" las vacaciones del personal docente: comenzarán el 21 de diciembre y terminarán el 8 de febrero. El objetivo es comenzar el ciclo lectivo el 17 de febrero a pesar del rechazo de los sindicatos de maestros y profesores. El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, había dicho que las clases empezarían en marzo pero el consejo FEderal, finalmente, acordó que cada jurisdicción fije el inicio del ciclo lectivo.
El decreto 397/20, firmado por Rodríguez Larreta y la ministra de Educación Soledad Acuña, argumenta que la decisión se debe "a las circunstancias imperantes en virtud de la pandemia causada por el virus COVID-19“ y considera que “resulta necesario adoptar medidas de excepción que permitan afianzar la continuidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje”.
La secretaria general de UTE-Ctera, Angélica Graciano, advirtió que "de estas expresiones de deseo a la realidad hay una gran distancia” y recordó que “en febrero se hacen los concursos de suplencias y todavía hay docentes dando exámenes. Nosotros le estamos pidiendo al gobierno que se abran las mesas de diálogo con los docentes. Hablan siempre de diálogo pero son monólogos. No nos convocan”.
Las críticas de maestros y profesores apuntan al desconocimiento de las condiciones de las escuelas por parte de las autoriades porteñas."Ignoran los aspectos sanitarios y epidemiológicos, con esta decisión la ministra Soledad Acuña deja en claro que no conoce las condiciones edilicias de las escuelas. Frente a las altas temperaturas durante el mes de febrero con los techos de tinglados, la imposibilidad de prender ventiladores y aires acondicionados y los espacios reducidos se hará imposible permanecer en los establecimientos educativo, señalaron los docentes portños.
