“¡Veinticinco millones de argentinos, jugaremos el mundial!”, cantaba el “himno” del ’78 cuando la Argentina consiguió por primera vez un campeonato mundial.
Ríos de tinta han corrido sobre esos oscuros tiempos. Sólo nos abocaremos a la figura íntima del Flaco, no desde el punto de vista deportivo, eso lo dejamos para los especialistas, sino desde otros tópicos que nos acercan a la personalidad de este hijo de Rosario.
No nos quedamos con la imagen que el imitador y humorista Mario Sapag nos mostraba al fumar con cuatro cigarrillos en cada mano, evidenciando que solía consumir hasta tres atados diarios durante las épocas de concentración de la selección. Sí es importante saber que, después de haber perdido tempranamente a su papá, salió a trabajar desde muy joven, sin abandonar la natación, el básquet, el boxeo y el fútbol en los potreros.
A la revista Sudestada contó el día en el que encontró a Roberto Fontanarrosa en Dallas, durante el Mundial del 94, haciendo una larguísima cola para entrar a un restaurante. Él ya estaba adentro y lo fue a buscar para ofrecerle un lugar. Una vez ubicado, el Negro y también canalla, le dijo: «¿Viste lo que es esto? ¡Vos no sabés lo que acabo de averiguar! No sé si me lo van a publicar… Parece que lo de Kennedy es mentira. A Kennedy no lo mataron. Cuando conoció Dallas, se suicidó».
Diego Borinsky le preguntó en una entrevista de El Gráfico sobre sus gustos musicales y confesó que, a pesar de haber sido amigo de Troilo, para él Pugliese era el más grande. Y que se le ponía la piel de gallina cuando escuchaba a la Negra Sosa o algunos bluseros ingleses viejos.
El día que cumplió 45 años, mientras dirigía al Barcelona, grabó un disco con el Nano Serrat cantando tangos y milongas. “A Serrat lo conocí antes que él a mí, cuando yo jugaba en Brasil. Participó de un concurso en el Maracanazinho, ganó una brasilera y segundo salió este flaquito español que cantó “Penélope”, él solito con la guitarra”, le dijo a Borinsky.
¿Otra anécdota autóctona de primera mano? En los ’90, un joven empresario tenía, en España al 700, las canchas de Fútbol 5 que se habían puesto de última moda. Su amigo César Menotti había visto en los Estados Unidos “lo que se viene para el futuro” y se asoció a él para instalar en Rosario un ámbito de juegos de avanzada para niños, con peloteros incluidos. El lugar, que aún está en plena vigencia, fue pionero en la organización de fiestas para cumpleaños y, en su inauguración, la desaparecida Agencia Tiempo Publicitario, de Máximo Lagos, ubicada en el primer piso de San Lorenzo 1620, se hizo cargo de la campaña. Allí iba el Flaco, con su consuetudinaria humildad, a escuchar a los creativos de la agencia.
César Luis Menotti, el mismo rosarino que jugó junto a Pelé, Di Stéfano o Sívori, y que nos hizo saltar a todos en aquella épica final del 78 ante Holanda hoy estaría cumpliendo 86 años.
Uno menos que los que hoy cumple José Teodoro Larralde Saad, el Pampa Larralde, cantautor y poeta argentino de milongas camperas, ganador del Konex de Platino en 1995.
Hijo de madre árabe y padre vasco, este imprescindible compositor, cantante y guitarrista de nuestro folclore es reconocido en el mundo entero y por ser hoy el día de su nacimiento, Argentina también celebra el Día Nacional del Cantor Orillero.
Bonus track: En 1854, tras la sanción de la Constitución, se realizaba la primera asamblea parlamentaria de nuestra naciente república en la iglesia Matriz de Paraná, Entre Ríos. Carecíamos, por entonces, de un recinto que oficiara de Congreso para diputados y senadores.
En su recuerdo hoy se conmemora el Día del Legislador. Formulamos votos para que el ejercicio ciudadano nos permita convivir en una saludable democracia a los, ahora, más de 46 millones de habitantes.
¿Crecimos no? Rosario, que se acerca en su tricentenario al millón de almas, en 1858, según el censo realizado también un 22 de octubre, contaba en Rosario 9.785 habitantes, 2.190 son extranjeros, entre ellos 836 italianos, 486 españoles y 382 franceses. Instalados en 1728 viviendas, 19 son de azotea y altos; 530 de azotea, 10 de tejas, 758 de paja y 411 ranchos.
Hasta nuestro próximo Rosario sin secretos.
