Sucedió en un parque de diversiones y gastronomía que abrió recientemente en San Miguel. Un joven que se divertía en el «samba», tuvo que hacer equilibrio y tratar de aferrarse para no salir volando o lastimar a alguien, cuando se desprendió la baranda de seguridad en pleno movimiento.
El hecho ocurrió el pasado lunes por la tarde, en un nuevo parque de diversiones y gastronomía ubicado a pocos metros de la plaza de Muñiz. En pleno movimiento del juego, Tomás, un joven de 19 años que se encontraba junto a su papá y su hermano menor, se quedó (literalmente), con la baranda de seguridad en la mano -el único agarre que tienen los usuarios para no salir despedidos-, y se salvó de no salir volando o no lastimar a alguien más.
Desde la familia de Tomás, le dijeron a diarioefecto.com: «Si era su hermanito u otra persona, podría haber salido volando y hasta golpearse de una forma fea o morirse. O en el peor de los casos, que ese fierro salga despedido y que lastime a alguno de los chicos y chicas que estaban ahí». Y agregaron: «Había chicas asustadas y el juego siguió funcionando como si nada».
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Por otro lado, la madre de Tomás comentó: «Cuando se bajó, mi hijo bromeó y les dijo ‘Ahora me van a tener que dar pases gratis de por vida’, a lo que asegura que allí le dijeron que ellos no tenían nada que ver, que fue un accidente». Lo más grave, según expresaron fue que: «El juego siguió funcionando como si nada. ‘Lo ataron con alambre’ y se siguió subiendo gente»
Desde la empresa, se comunicaron con la familia y dijeron estar a disposición y que iban a realizar las inspecciones correspondiente. Sin embargo, el lugar no cerró sus puertas ni clausuró momentáneamente el «Samba». Tampoco hubo una disculpa pública. Por lo contrario, prefirieron instar a la gente, a través de sus redes sociales, a que den su opinión o anécdota con respecto al juego en ese lugar.
La familia tiene por objetivo accionar legalmente contra el local de entretenimientos.