Entre corridas, gritos y detonaciones, más de 4.000 efectivos bajo la dirección de Sergio Berni comenzaron a primera hora de esta mañana con el desalojo de la toma de Guernica, usurpado desde principios de julio.
Después de casi 100 días, las negociaciones entre las autoridades provinciales y los usurpadores fracasaron y ante el rechazo de la Justicia a un nuevo pedido de prórroga, el ministro de Seguridad bonaerense dio inicio al operativo que cuenta con la participación de fuerzas especiales, que detuvieron hasta ahora a tres personas.
Mientras muchos de los ocupantes abandonaron pacíficamente el lugar, otro grupo de usurpadores resistió con barricadas, tirando piedras y botellas. El cuerpo de Infantería con los equipos tácticos de la Policía, realizaron distintas formaciones para avanzar en bloque sobre los manifestantes. A su paso, los efectivos fueron derribando las casillas que fueron montadas en el predio de Presidente Perón.
Según los usurpadores, la Policía avanzó con violencia sobre ellos. “¿Qué corazón tienen para sacarnos así? Estamos desesperados, es una situación muy difícil, el Gobierno no hace nada”, dijo Rosalía, una de las usurpadora, en declaraciones al programa “Todos juntos”, que conduce Fernando Carnota por Radio Rivadavia.
Luego de dos horas de operativo, el predio fue liberado por completo. Todas las calles que desembocan en el terreno están custodiadas por efectivos de Infantería. Los Bomberos controlaron los incendios que provocaron los mismos manifestantes que fueron desalojados del predio de 100 hectáreas.
Pero mientras se creía que los efectivos tenía controlada la situación, otro grupo de manifestantes no identificado llegó hasta el barrio lindero al predio. Armados con escudos, palos y piedras se enfrentan a la Policía.
Fuentes oficiales indicaron a Infobae que hasta el momentos hay tres personas detenidas.
Gustavo Ferri, secretario de Atención Ciudadana y Gestión Territorial de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos, confirmó que “el desalojo terminó" y “no queda gente ocupando”.
El funcionario admitió que hubo algún pequeño enfrentamiento, pero nada muy grande al menos en el predio”. “Hubo un herido, que se lastimó con un fierro que piso; y algunos aprehendidos, todos por resistencia a la autoridad”. “En el lugar sólo queda presencia policial”. “Puede haber conflictos en otro sector, pero no me da la impresión que sea dentro del predio”. “Constaté la presencia de un sólo herido, que ya fue asistido por la gente del SAME de la Provincia; y los detenidos son al menos veinte, en buenas condiciones”.
Cómo se organizó el operativo
La lluvia que cayó ayer por la tarde en el conurbano hizo recular al ministro de Seguridad, quien solicitó la postergación del desalojo para el lunes 2 de noviembre. Frente a un terreno pantanoso donde precarias casillas de chapa y madera y carpas están montadas sobre barro, rodeadas de pequeñas “lagunas” que se forman por la lluvia, las condiciones climáticas adversas condicionarían el operativo que ya de por sí era de una complejidad descomunal: cuatro mil efectivos para desalojar a 4.417 personas.
Ese fue el argumento que esgrimió Berni ante la Justicia, pero el juez de Garantías número 8 de Cañuelas, Martín Miguel Rizzo, resolvió que a más tardar el predio debía estar liberado este viernes. En tanto, casualidad o causalidad mediante, alrededor de las 4.30 de la mañana se cortó la luz en todo el predio.
Los efectivos del operativo llegaron en 60 micros y varios móviles, tras ser estacionados en el predio de la escuela Juan Vucetich: la orden desde la cúpula de la Bonaerense fue no llevar armas letales.
Con el plazo acotado, el titular de la cartera de Seguridad y el fiscal de la causa, Juan Cruz Condomí Alcorta, definieron el momento del despliegue del operativo. Ayer a última hora, el fiscal le manifestó a los abogados que defienden a los usurpadores su malestar por las constantes dilaciones y la falta de voluntad de acordar que demostraron ante las propuestas del Gobierno. De hecho, ayer el Poder Ejecutivo provincial oficializó la entrega de subsidios de 300 mil pesos por persona (anual) destinado a aquellos que se encuentren en una situación de extrema vulnerabilidad.
El grupo de letrados de la Gremial de Abogados y Abogadas, están en el predio desde la madrugada para defender a detenidos. Eduardo Soares, abogado y referente de la organización, asegura a Infobae: “Ya no hay mucho que decir, el desalojo está en camino, el desalojo va a operar. A lo sumo se podrá plantear un símbolo de solidaridad, estamos de guardia desde las 4 de la mañana con nuestros abogados, somos una organización de lucha”.
“Lamentablemente en el juego de dilatar de esta gente, sobre todo del Polo Obrero y algunas organizaciones que forman parte de la toma, nos debilitaron frente a la justicia y se terminó nuestra intervención”, reconocieron ayer fuentes de la cartera que conduce Andrés Larroque al referirse a la ruptura del diálogo entre funcionarios y los delegados de los cuatro barrios que forman parte de la ocupación de las 100 hectáreas del predio de Presidente Perón: San Martín, La Lucha, 20 de Julio y La Lucha. “Ahora es el ministerio de Seguridad el que esta a cargo de las acciones, el desalojo es inminente", habían adelantado.
Previa llegada de los efectivos, antes del amanecer, uno de los vecinos de la toma que se encontraban rodeando una fogata mediante la cual se calefaccionaban para paliar el frio de la madrugada, manifestó que si las fuerzas de seguridad llegaban al lugar abandonaría el predio con su familia, pero alertó que “seguramente haya gente que resista”. “Vivimos acá, ¿Qué vamos a hacer, a dónde vamos a parar?”, se preguntó.
“Yo alquilaba en Guernica y me echaron porque no podía pagar mas, necesito una solución para mis dos chiquitos”, expresó entre lágrimas en diálogo con C5N. “Iré a vivir a una plaza, no encuentro una solución”, lamentó.
En este contexto, al anochecer del miércoles, Condomí Alcorta les habían adelantado a los representantes de la toma que, a menos que lloviese, en las próximas horas irrumpiría en el predio junto al pelotón de uniformados liderados por Berni. No obstante, les prometió que aquellas personas que abandonen el lugar de forma pacífica no serán imputadas por el delito de usurpación y resistencia a la autoridad.
Del desalojo participan más de 4.000 policías de la mayoría de las reparticiones, entre ellos los grupos especiales, como Halcón y La Dirección Unidades Tácticas Operaciones Inmediatas (UTOI); policías de Infantería; 50 motos “bitripuladas”; negociadores; integrantes del escuadrón antibombas; ambulancias, médicos y enfermeros.
Por su parte, los movimientos de izquierda que bancan la usurpación prometieron resistir con el objetivo de lograr que las 1.400 familias se queden en el terreno que ocupan desde hace más de tres meses. Durante la madrugada realizaron una vigilia y desde las cinco de la mañana realizaron un “abrazo a la toma”. A la par, a modo de protesta anunciaron piquetes en el Puente Pueyrredón, 9 de Julio y Corrientes, en la Autopista Buenos Aires - La Plata “y en todo el país”.