El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, impulsa junto con otras nueve provincias un proyecto para que las tarifas de luz se reduzcan entre 25 y 30% para las jurisdicciones del NOA y el NEA
Luego de que en la madrugada de hoy se sancionara en el Senado la ley para ampliar el subsidio de gas de “zonas frías”, los gobernadores del norte del país impulsan por su parte otro proyecto para realizar lo mismo con la electricidad en las “zonas cálidas”. En concreto, las provincias del NOA y del NEA buscan que las tarifas de luz se reduzcan entre un 25 y 30% para todos los residentes de Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy, La Rioja y Salta.
El proyecto fue diseñado por el equipo de trabajo del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, hace ya unos meses, pero cobró impulso nuevamente luego de que se ampliara el subsidio al gas. “El fundamento principal de ese subsidio es que el sur necesita calentar los hogares en el invierno cuando sufren las bajas temperaturas. Nosotros necesitamos enfriar los hogares en el verano para soportar las altas temperaturas”, dice Gastón Blanquet, presidente de Secheep, la distribuidora eléctrica de esa jurisdicción, y uno de los que trabajó en el texto.
El proyecto ya fue pedido hace un mes por Federico Basualdo, el subsecretario de Energía Eléctrica, para que lo analice Máximo Kirchner, como una posibilidad de presentarlo en el Congreso. El jefe de la bancada de Frente de Todos en Diputados fue también quién impulsó el proyecto para ampliar el subsidio al gas, apoyado en el diseño técnico de Federico Bernal, el interventor en el Enargas.
Todos estos proyectos van en contra de la postura del ministro de Economía, Martín Guzmán, quien quiere reducir los subsidios a la energía y avanzar con una segmentación que permita eficientizar estas transferencias, a las que considera “pro-ricos”.
Según los cálculos que hizo la comisión de Energía del Consejo Regional del Norte Grande Argentino, que integran las 10 provincias mencionadas, el costo fiscal de la medida a los precios actuales de electricidad serían $26.400 millones al año, y propusieron dos alternativas para financiarlo.
Una idea es que todo el costo lo absorba el Estado nacional a través de Cammesa, la compañía con control estatal que se encarga de los despachos de energía eléctrica. La empresa ya les pasa las facturas del costo de generación a las distribuidoras con un descuento del 50%, que son los subsidios que paga el Tesoro por el servicio eléctrico. Este porcentaje aumenta a medida que se devalúa el tipo de cambio y esa actualización no se traslada a tarifas.
La comisión considera que $26.400 millones no es un monto relevante dentro de los US$4781 millones que se le destinó de presupuesto a Cammesa para este año y que seguramente terminen siendo más.
La otra alternativa es crear un cargo específico en las tarifas eléctricas para que se vuelque a un fondo para financiar el subsidio, tal como sucede con el proyecto de “zonas frías” del gas. “Lo pagaría toda la demanda y eso impactaría en un aumento de 0,11 centavos el kilowatt. En la factura que Cammesa le hace a la empresa, vendría un cargo específico del 4,5% para fondear la mitad del costo de este proyecto. La otra parte la cubriría el Estado”, explica Blanquet a LA NACION.
La idea inicial de Capitanich era que se subsidie la demanda eléctrica en los seis meses de mayor calor, de octubre a marzo, pero la decisión mayoritaria entre las provincias fue que se aplique la tarifa diferencial durante todo el año.
El pico de demanda eléctrica en el Nordeste argentino (NEA), donde están alcanzadas las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, es entre las 14.30 y las 15, cuando es la temperatura más alta del día, y entre las 20 y 21, cuando hay más actividad en los domicilios y las temperaturas siguen siendo altas por la noche.
En el Noroeste argentino (NOA), que abarca a las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, a la noche tienen temperaturas más bajas porque están a mayor altura. No obstante, la Comisión de Energía consideró que era necesario que todas las jurisdicciones estén alcanzadas porque son “electrodependientes”. “En la mayoría no existe una energía sustituta, no tenemos gas a través de redes, utilizamos garrafas”, explicó Blanquet.
Las provincias de Catamarca y La Rioja, además, señalan que es más necesaria la electricidad para su área productiva, donde se demanda mucha energía para el sistema de riego.