Por Daniel Caran
El inicio del año legislativo, con los formales discursos del gobernador de la Provincia y del intendente de Capital (los dos referentes ejecutivos más importantes de Corrientes) dejó la sensación concreta de una urgencia concreta que ya nadie puede (ni puede) esconder.
Con todos los matices disponibles, la reforma constituye el motivo sustancial de discusión en cada pasillo político, y la transparencia de su tratamiento –en cualquier nivel- demandará el necesario posicionamiento de los partidos políticos, que deberán calentar motores y volver al ruedo con todo.
No está mal, en todo caso, que se digan las cosas de frente y que cada uno asuma posiciones. Lo inadecuado es tratar el tema a escondidas de la gente, como venía dándose hasta ahora, escondiendo intencionalidades para nada limpias.
Las opiniones, variadas e imprecisas, dejan entrever cierta dosis de concordancia política entre Colombi y Ríos, lo que implica la estrategia de minimizar las posibilidades de Camau Espínola. Es así, y quien lo niega miente… y si se dice de otra manera no cambia el objetivo central.
Claro que, hay distintas maneras de llegar a ese objetivo, y a sabiendas de las escasas posibilidades de acordar con todos, el ‘ricardismo’ impulsa una reforma total que permita discutir todas las cosas, con la idea esencial de buscar la continuidad del mercedeño en el poder. Y para esto no se ahorrarán recursos ni estrategias.
Una postura pasa por la necesaria unificación de mandatos. “La unificación de mandatos es una cuestión compartida por todos los sectores políticos”, dijo Carlos Vignolo, tomando la iniciativa de una idea madre que bien puede derivar en la prórroga colombista en el poder al menos por dos años.
“Hay dos opciones: o se prorrogan o se recortan llamando a elecciones. Y esto habilita a una discusión amplia entre todos, y requiere de un acuerdo político absoluto para definir qué paso dar”, agregó, con obvio razonamiento.
“Hay límites, pero si hay consenso todo se puede”, apuntó el socio más leal, el vicegobernador Gustavo Canteros. “Todo lo que se haga será en el marco del derecho…las cosas amañadas nunca salen bien”, agregó, con otra obviedad.
La situación implica los primeros roces en el PJ local que parece ir indudablemente a una interna: “no vamos a acompañar aventuras reeleccionistas del Gobernador”, expresó el diputado provincial Martín Barrionuevo, tal vez el más cercano a Camau Espínola.
"No sería un acuerdo político, sería un acuerdo entre políticos. Es evidente la intención del Gobernador de perpetuarse en el poder", insistió.
Y hay otros que dejan la puerta abierta. "Es necesaria una reforma electoral, constitucional y legislativa. En un algún momento tendríamos que llegar a un cronograma electoral único en todo el país y esto depende de la generosidad de cada intendente y del gobernador”.
Las posiciones están claras. Habrá que estar atentos a lo que se viene, porque para nada será un año político tranquilo. Calentando motores… y a ponerse en carrera.