Por Daniel Caran
El sábado volví de la reunión del Consejo Provincial del PJ con un poco más de esperanza, sabiendo que la insistencia y la perseverancia dan sus frutos. En la política muchas veces nos toca ser pacientes, aunque tengamos que apretar fuerte los dientes por momentos, saber esperar ha de ser nuestro mejor virtud. Y esta vez nos tocó a los peronistas que hace tiempo esperábamos una renovación en nuestro partido, una vuelta de tuerca que nos hace pensar que podemos unirnos y organizarnos para enfrentar el futuro.
Celebro la decisión de la conducción de respetar y escuchar las demandas que hace rato reclamábamos no solo los dirigentes, sino también los militantes que trabajan día a día e incansablemente por engrandecer al peronismo. Ahora es momento de dejar las mezquindades de lado y trabajar por lo que nos exigen nuestros compatriotas, volver a tomar las riendas del gobierno, tanto provincial como nacional, y que vuelva a ser un gobierno del pueblo.
La reunión del Consejo fue, por lo menos, sorpresiva. Pero es bienvenida la postura de la dirigencia de estar abiertos a la discusión y a la autocrítica, necesaria para entender que debemos poner a un costado nuestras diferencias y encontrar allí, en los puntos comunes, el camino para volver a reconstruirnos. Del pasado tenemos que saber reconocer nuestros errores para poder triunfar en el futuro. Llegar unidos y organizados para las elecciones del año que viene pero, sobre todo, para el 2021: debemos luchar para volver a tener un gobierno popular y peronista en nuestra provincia.
Lo que pasó en Saladas fue un conjunto de sensaciones mixtas: por un lado, las diferencias que podemos tener entre compañeros y, por otro, el hecho de saber que nuestros reclamos, los de la militancia peronista, fueron escuchados. Necesitábamos un Congreso, internas y por supuesto, una urgente renovación de nuestra carta orgánica. Nos resta sacar partido de esas instancias para crecer y trabajar por lo que nuestro pueblo más nos demanda: recuperar sus derechos y, sobre todo, nuestra soberanía.
Como dije al principio, hay que saber ser pacientes y comprender que la política tiene sus tiempos. Este es quizás tiempo de nuestra revancha, el que tenga que ganar ganará, y quien no, tendrá que saber acompañar. Lo importante es que ahora sí, es tiempo de volver a creer.