Por Daniel Caran
Hacia donde vamos, al futuro, pero desde el presente debemos estar preparados. Uno de los déficits que tiene nuestra amada tierra es su preparación para las nuevas generaciones. Tener mano de obra calificada en las nuevas economías del conocimiento, hoy, lamentablemente vemos que estamos en una etapa primitiva en el rubro educativo.
Desde docentes reclamando por mejoras salariales a infraestructura escolar deficiente, es decir, ni siquiera podemos despegar de esas necesidades básicas insatisfechas: escuelas sin bancos, ni sillas, sin agua potable, sin electricidad con niños y niñas dando clases en los patios y debajo de árboles.
Por qué este planteo. Porque estamos frente a discursos basados en promesas de conseguir inversiones de grandes conglomerados internacionales, viajes al extranjero en busca de esas inversiones que se contraponen con estas cuestiones básicas en Corrientes.
Como dice el dicho, debemos empezar por casa y generar las plataformas necesarias para nuestros jóvenes que desde este presente, perturbador, son los que deben estar preparados para un futuro inmediato.
De lo contrario seguiremos repitiendo la receta: una economía primaria y la única fuente laboral el Estado, lo planteamos muchas veces aquí, si no se accede a ese trabajo en alguna municipalidad o provincia, miles de jóvenes quedan condenados a irse de Corrientes o bien a vivir a costas de programas sociales: nacionales, provinciales o municipales.
Debemos solucionar esta falencia mucho antes de esos cantos de sirena que prometen y auguran grandes inversiones para nuestra bendita tierra.