Por Daniel Caran
Cuando las cosas se hacen bien, se debe decirlas. Siempre y cuando que uno sea ecuánime y razonable, sin caer en la estupidez del elogio fácil.
Después de mucho tiempo, y ante la emergencia, el estado completo –con todos sus estamentos- estableció un trabajo en conjunto, como lo viene reclamando la sociedad desde hace décadas.
No obstante la buena nueva, vale recordar que todos y cada uno de los protagonistas se quejaron una y mil veces tiempo atrás por la escasa o nula respuesta del otro.
En Goya, con la crisis de la inundación golpeándonos con dureza, se vio a uno de los principales funcionarios de Macri, al gobernador Colombi y al intendente Bassi coordinando los trabajos en conjunto, como siempre debió ser.
Pero se insiste: la sociedad no es tonta, y sabe muy bien que hasta hace poco se mostraban los dientes hasta para saludarse.
¿Qué cambió en tan poco tiempo?. No hay que ser necios. No fue seguramente la simple intención de trabajar bien… como debe ser. Ahora los unió la emergencia, y bienvenido sea. Lo que deberían tener bien claro es que de ahora en mas está el desafío de no romper esta metodología y buscar las mejores maneras para que éstas acciones continúen, más allá que el agua baje.
"Con recursos municipales y de la provincia hacemos los operativos en conjunto. Lo importante es la gente, seríamos miserables si hay especulación, estamos trabajando en conjunto", aclaró el intendente Gerardo Bassi.
Y tiene mucha razón. Sería hasta estúpido pensar que alguno está buscando otro rédito que no sea paliar la emergencia de la gente.
Es verdad. Así se hace… pero siempre, y no solo cuando nos está tapando el agua.