Por Daniel Caran
La actualidad política correntina nos depara siempre algún viso de sorpresa.
El contexto actual, con preocupaciones que deberían superar el mero enfrentamiento político, impone no obstante nuevas concepciones en las relaciones que el poder central provincial tiene con las comunas.
Y del amor al odio se pasa en cuestión de segundos, echando por tierra los conceptos de “todos tienen los mismos derechos”, según las propias palabras del gobernador Ricardo Colombi.
Con Capital los ejemplos son casi diarios.
A los amores de semanas atrás le siguieron los actuales conflictos que terminan con un mensaje al menos enigmático del mercedeño.
En las últimas horas, cuando fue consultado sobre el actual estado de las relaciones institucionales con el principal distrito correntino, respondió (con su habitual tozudez): “la relación con Capital va por cuerdas separadas. Hoy nuestra atención está centrada en la lluvia y la demanda de la gente”
Entonces, ¿no es urgente buscar respuestas para terminar con un conflicto que
irremediablemente deriva en perjuicios a todos los ciudadanos de Capital?...
Desde la comuna, aunque se evitó el choque dialéctico, se dejó bien en claro que muchas de las sustanciales obras de desagües para paliar los efectos de las inundaciones se ven afectadas por las retenciones de fondos coparticipables.
Esto, visto de otra manera, implica una absoluta discriminación ante una situación extrema.
Colombi programó también encuentros con los Intendentes de localidades afectadas por las crecidas.
Reunió a varios en Santa Lucía, a priori uno de los lugares más seriamente afectadas, pero obvió llamar a algunos.
“No me invitaron. Hay respeto por el Gobierno de la Provincia, pero necesitamos más ayuda”, dijo claramente Gerardo Bassi, Intendente de Goya, quien –sin decirlo- se sintió ‘ninguneado’ en el medio de la crisis.
Por eso, el buen trato es con algunos… Así, las prioridades solo son de unos pocos.
