Por Daniel Caran
Algunos acontecimientos menores relacionados con la opinión pública, y algunos datos concretos en materia institucional, bien pudieron originar ciertos cambios en los planes originales del ‘ricardismo’ en Corrientes.
Lo concreto y real fue su ‘derrota’ política en el Senado, que algunos tomaron como un resultado esperado y que servirá –en el oficialismo- para tomar fuerzas y advertir nuevas batallas.
Otro revés no menor fue la tan publicitada solicitud de un plebiscito para prorrogar mandatos. Si bien el Gobierno se despegó de todo éste menjunje, la pretendida intencionalidad tuvo el efecto contrario y en poco tiempo se advirtió una negativa absoluta de la gente.
Ante esto, Colombi pergeñó su nueva estrategia sustentada en el “no a la re re”, buscando tal vez encontrar en voces y posiciones amigas esa “necesidad absoluta” de su continuidad, en un plan más idealizado para los fanáticos y seguidores que para toda la ciudadanía.
Entonces, habrá que creerle poco y nada al mercedeño cuando dice que no moverá un ápice para volver a ocupar el Sillón de Ferré. Y menos aún cuando advierte que tiene “por lo menos seis candidatos” a sucederlo.
Y no es que no se lo quiera creer por su reiterada propensión a no decir lo que realmente piensa, sino que al fin y al cabo Colombi es ‘un animal político’ que aún no tiene saciada su hambre de poder sustentada en más de una década codeándose con el mismo, con todas las consideraciones habidas y por haber que se puedan definir al respecto.
Así, en esa maraña de opiniones que cada vez serán más variadas y cambiantes de cara a 2017, Colombi bien puede utilizar la vieja estrategia del tero, que esconde sus huevos y luego grita en otro lado… bien lejos.
Ese ‘no, no y no’ puede analizarse desde lo real en “hoy no porque el escenario no es el ideal”.
Y hasta la caída del Senado para muchos tuvo la real intencionalidad de decir “listo… ahora preparémonos para la batalla mayor”, y todos sabemos cuál es ‘esa’ batalla mayor.
“Ya tengo sucesor y sigue siendo el mismo. Pero hoy hay seis candidatos a gobernador. Yo digo que son seis los candidatos a gobernador. Pero el elegido puede no estar dentro de esos seis”, dijo a un medio escrito este fin de semana.
Aprovechó también para chicanear a su oponente político en Mercedes: “eso es chico pleito”, expresó con mundana provocación ante la posibilidad de volver a su tierra natal por la Intendencia.
Si hay algo que se le debe reconocer al Gobernador es su indescifrable pragmatismo político. Por eso, con el mayor de los respetos, habrá que creerle poco… o nada.
