Por Daniel Caran
Las discusiones ya están pasando de castaño a oscuro. Ya no son diferencias de criterio, o discusiones menores que bien pueden terminarse si alguien cede algo… No. Las cosas se están empezando a complicar porque en el Senado han vuelto, lamentablemente, algunas broncas del pasado que uno creía desterradas.
Entonces empezamos a escuchar términos y conceptos que creíamos en desuso: manejo de la justicia, amiguismo, poner y sacar jueces. Ocurrió en el pasado… y así nos fue.
Las discusiones por estos días atraviesan el delgado límite entre la diferencia política y el enfrentamiento personal.
“No esperábamos tener éste inconveniente. Creíamos que estaba todo acordado desde diciembre, pero algo cambió. Yo converso con Pruyas. Me dijeron que converse con él y así lo hago. La negociación está estancada. Pensamos que iba a ser más fácil pero no fue así”, sintetizó Sergio Flinta, el hombre fuerte del oficialismo en la Cámara Alta, y quien quedó en el medio de la nueva pelea ya que la discusión más fuerte se da entre Noel Breard y Nora Nazar.
“Hay pautas que marcan sospechas… y me van llegando, como la fijación de una nueva fecha de juicio oral. Porque por cada paso que da Nora aparece una causa o se conoce alguna cosa nueva”, y aclaró: “no es todo el partido radical. Acá hay uno solo que hace bochinche… hablo de Noel Breard, por supuesto”.
"¿Cuál es el mérito que hay para imponer que Nora (Nazar) sea presidente de la Comisión de Justicia?. Hoy Nora Nazar es la niña bonita en la disputa. El peronismo se va a inmolar y dar la vida por Nora Nazar, para tener la Comisión de Justicia y manejar jueces", tiró Noel Breard, el más duro de los oficialistas en la pelea.
Lo llamativo es que Breard hoy apunta a la esposa de Tato Romero Feris cuestionándola por la posibilidad que sea quien presida la Comisión de Justicia, pero no dijo absolutamente nada meses atrás cuando Nazar integró el Jury de Enjuiciamiento, avalada por los popes de Eco.
La situación, como todo lo que pasa, tiene su connotación política.
No son pocos los que aseguran que el berrinche de Breard tiene su explicación en la interna radical que mantiene con la denominada ‘cooperativa universitaria’ que lidera Carlos Vignolo.
Por una u otra razón, las cosas están empantanadas en el Senado. Lejos está la situación de la agenda de la gente… pero la advertencia está hecha: no hay margen de volver al doloroso pasado que nos enfrentó hasta límites insospechados.