Por Daniel Caran
Asistimos en la semana que concluimos a los primeros borradores de campaña electoral 2023, nuestra provincia empezó a recibir dirigentes de los dos principales frentes en pugna, uno de ellos al que está alineado la administración provincial. Y se observa, asoman, las márgenes de lo que pareciera ser la discusión para el año que viene. Recordemos: las elecciones Primarias y luego las elecciones generales donde debemos elegir nuevo Presidente y legisladores nacionales, gran parte del país renovará sus gobernaciones e intendencias. Corrientes sus legisladores provinciales y parte de sus bancas nacionales.
Al parecer, todo lo indica así, la economía estará en el centro de la escena de la discusión política en una campaña que además se avizora como larga. Empezamos a ver cómo los economistas toman una impronta propia dentro de veteranos dirigentes políticos, de hecho, un economista es el mejor posicionado ante la opinión pública nacional camino a las urnas. Un economista que por ahora rompió todos los cánones de la política vernácula y tradicional. Se perfila para ser candidato a Presidente.
Si se discute la economía, bienvenida sea esa discusión. El poder adquisitivo de lo que queda de la clase trabajadora cada vez se licúa más. Y cada vez más, diariamente, miles de trabajadores se caen al abismo de la pobreza e indigencia por no alcanzar los $95 mil que se necesitan para cubrir una canasta básica para una familia de cuatro integrantes. Y hablamos solamente de alimentos, sin contar alquiler, costo de transporte, ropa, remedios, vacaciones.
Y es aquí donde debemos posicionar la mirada. Qué hacen las provincias en sus territorios para mejorar la economía, qué herramientas se aplica en Corrientes para generar trabajo por fuera de la estructura de la administración pública.
Al menos en Corrientes por mes, unas 500 mil personas además dependen de los ingresos nacionales: jubilaciones, pensiones, AUH, IFE y demás programas sociales. Alguien se preguntó qué pasaría si un mes eso se corta. Qué pasará con casi la mitad de la población en toda la provincia, cómo hará para subsistir durante 30 días.
Es tremendo solamente imaginarlo. La dependencia es total porque en la provincia no hay herramientas ni programas de gobierno que vayan hacia un mediano plazo en la generación de oportunidades. Y no hablo solamente de hoy, es una cuestión histórica, hay un déficit estructural en la matriz económica de nuestra provincia que no puede avanzar de una economía primaria como es la cría de ganado y en los últimos 20 años, la forestación. Pero no hay industrialización ni mano de obra calificada.
Nuestros representantes de la provincia que intentan ingresar a un esquema nacional de Gobierno, deben reparar en esa cuestión, solucionar las grandes deudas estructurales que tiene Corrientes. Días atrás el gobernador pidió al Presidente de la Nación que no se olvide del 40% de pobres que hay en el país.
Tampoco el mandatario local debería olvidarse del 43% de pobres que hay en su tierra. Se cruza con ellos casi todos los días, los días en que está en Corrientes y no recorriendo el país para ingresar a un esquema de poder lejano a su terruño.
