Por Daniel Caran
“Aumentó el peaje, el combustible, la tarifa eléctrica… sabemos que eran necesarias modificaciones, pero considero que debían darse de manera más equilibrada”, dijo un enojado Ricardo Colombi en una entrevista que brindó al programa de Jorge Lanata en Radio Mitre de Buenos Aires.
Su queja, obvia y sustentada en los hechos innegables de la realidad económico-social del país, sonaron fuerte más allá que a nivel local –por la lógica impuesta por la prensa amiga- tuvieron escasa repercusión. Es que no es un dato mejor que se queje Colombi del Gobierno de Macri, a quien defendió y apoyó a destajo, y administración nacional de la cual siempre aclara ‘se siente parte’.
Claro que los suspicaces colegas porteños enseguida tomaron esos dichos y retrucaron: ¿Y usted no les dice nada?... le preguntaron.
“Claro que se lo dije… pero hasta ahora no tuve respuestas”.
Más allá que la estrategia económica macrista (equivocada o no) no tenga en cuenta en lo más mínimo las sugerencias de Colombi, ni de cualquier otro Gobernador, bien debe recordarse las múltiples quejas del mandamás correntino en tiempos de Cristina Kirchner. Innumerables… repetidas… casi constantes quejas…
Su malestar era seguido con la Rosada, en tiempos de los santacruceños, pero nunca fue a espetarles en la cara ese enojo. Al contrario: cada vez que podía ponía su mejor (escasas) sonrisa para recibir lo que venga del Gobierno Central. Y hasta se prestaba para chistes futboleros con Aníbal y compañía.
Hoy el escenario es otro. La queja sigue.
¿Hará lo mismo del pasado o les expresará lo que realmente siente cada vez que pisa la Rosada en tiempos macristas?.
De que tiene razón… tiene razón. Bah… no descubre nada
